Será que esta historia no tiene final

Ya es de público conocimiento el reencuentro de Silvio Rodríguez y su unicornio azul, sin embargo, algunos hechos no dejan de sorprender. El unicornio, con resignación en los ojos, entregó ayer a la noche su diario a Daniel Filmus. El senador Filmus se encogió de hombros y le propuso hacer una entrevista. El unicornio con una caricia de su pezuña le dijo que todo lo que necesitaba saber lo encontraría en ese cuaderno marca Rivadavia de 48 hojas, tapa blanda. El cuaderno tenía en la tapa un sticker de felpa de un gatito rosa, expertos analizan la simbología de los felinos suaves en colores pasteles mientras esto es leído. Daniel Filmus en un acto de generosidad sin precedentes, una vez arribado a Perú, ofreció el cuaderno a Alan García. Imaginen su cara, García se enfureció y le preguntó a Filmus si lo estaba tomando por pelotudo o si realmente creía que él podía leer relinches. Nadie sabía qué hacer, Filmus lo había recibido hacía unas horas y de buenas a primeras lo había querido regalar. Por suerte, un asesor del presidente del Perú le avisó que estaba de gira por Lima el pueta Cristian Gil Fuster, y que él podía traducir relinchos. El cuaderno pasó a las manos de Gil Fuster, quien asegura: "Nunca en mi vida leí algo así, me partió la cabeza. Literatos del mundo: sigan chupando. Un unicornio nos ganó a todos, denle ya el Premio Herralde. Nunca creí que alguien pudiera transmitir tanto con unos relinches, es el mejor día de mi vida y es un gran día para la ciencia." Acto seguido, Gil Fuster, habiendo comprendido las maldades del mundo en el que vivimos y temiendo que Anagrama se apoderara del diario de un unicornio que antes de ser de Silvio fue de todos, envió a nuestra dirección de correo electrónica los fragmentos más sobresalientes. Gracias, Cristian. Aquí para todos: el diario del unicornio azul.

Sábado, 51 de febrero, 1982.

Querido diario: me fui. No lo soporté más y no quiero que nadie me juzgue, ellos no comprenden lo que es estar con Silvio Rodríguez (me asqueo de escribir su nombre). Recuerdo aquella amiga de Silvio, Gladys, ella estaba casada con Alberto. Recuerdo verlos juntos y pensar: eso no es una relación, es caridad. Gladys merecía algo mejor. Hoy me desperté por la mañana, fui al living y ahí estaba Silvio durmiendo en el sillón. Tenía la ropa de ayer, un hilo de baba cayendo por la comisura del labio, la misma gorra mugrosa de siempre y sobre el pecho "El reino de este mundo" de Alejo Carpentier. Primero pensé que nunca me gustó ese libro, siempre me pareció una cosa de negros. Y después pensé: esto no es una relación, esto es caridad, yo merezco algo mejor. Me fui. De ahora en más, este diario habrá devenido un carnet de voyage.

Domingo, 52 de febrero, 1982.

Querido diario: el piojo resucitado de Silvio ya molestó a todo el continente para que me busquen. Tontos, ni siquiera saben que no se agarra un unicornio sin una virgen. Tampoco saben que el Silvito que ellos tanto quieren se la pasaba diciendo que él quería ser como Víctor Jara, que él nunca iba a tener una muerte romántica, que las camisas nunca le iban a quedar tan bien. Ya van a ver.

Osvaldo, 2 de marzo, 1982.

Querido diario: ¿quién necesita a Silvio? Ya encontré un trabajo, estoy haciendo la traducción de "Le dire et le dit" de O. Ducrot. No me pagan mucho, pero tengo una pieza en México D.F. y me llevan tacos y agua. Estoy releyendo a Schopenhauer: qué bien me hace. Si no fuera por él, ya me hubiera colgado del cuerno.

Osvaldo, 3 de marzo, 1987.

Querido diario: ya entregué la traducción. Ahora me voy a Buenos Aires. Hay un autor muy jovencito y lindo, Alan Pauls, que sacó un libro, dice que le gusta Manuel Puig. Claro, ahora a todo el mundo le gusta Manuel Puig, pero cuando yo le regalé "El beso de la mujer araña" a Silvio casi me escupe, me dijo que era todo influencia del imperialismo estadounidense que ahora hasta la literatura se ocupaba de sus superhéroes. Le dije que era un idiota y que de última Marvel tenía toda la onda. Qué suerte que me fui.

Jueves, 15 de junio, 1987.

Querido diario: Buenos Aires es una ciudad linda pero cruel. El sábado pasado vi "Volver al Futuro" en un canal de aire, peliculón. Ese mismo sábado a la noche me encontré con Pauls en una lectura. Estaba con un tipo asqueroso, Caparrós, que me miró para ver si tenía tetas y cuando comprendió que yo era un unicornio se fue. Pauls es muy lindo en persona. Un poco tímido, traté de ponerlo en pedo y me dijo que él no acostumbraba tomar tanto. Le traté de dar un beso pero él justo se dio vuelta y le pegué con el cuerno en la sien. Le tuve que decir que tenía una mosca, pero me parece que no me creyó, se puso todo colorado y dijo que lo llamaba Caparrós.

Sábado, 36 de agosto, 1993.

Querido diario: rien. (N. de T.: alusión a Luis XVI que en su diario, el 14 de julio de 1789, escribió: rien.)

Sábado, 24 de mayo, 1995.

Querido diario: mañana festejan algo acá. No sé bien qué es pero puedo tomar chocolate caliente sin culpa. Me mudé a un departamento sobre Av. Las Heras. Está muy lindo y no tengo que soportar a la casera de la pensión de La Paternal en la que vivía antes. Ahora puedo masturbarme todo el día y nadie me dice nada.*

*El unicornio asegura que esto es una invención de Gil Fuster, Martín Kohan lo está investigando.

Lunes, 6 de septiembre, 2002.

Querido diario: me conseguí un nuevo trabajo, me cansé de ir de boliche en boliche. No me gusta la noche ni el bochinche, así que ahora decidí explorar mi sexualidad de una manera alternativa. El lugar se llama Fonogay, es como una red social. No sé qué tal va a estar, ya veremos.

Viernes, 89 de marzo, 2008.

Querido diario: estoy en Montevideo. Me compré un librito que se llama "Escolástica Peronista Ilustrada" de un poeta muy joven cordobés y me tomé el buquebús. Desde que corté con Nataniel, mi vida ya no tiene sentido en Buenos Aires. No nos une el amor ni el espanto. Por eso ahora estoy en Uruguay, me dijeron que los chivitos son bárbaros. Y también me comentaron que Pauls veranea acá, tal vez lo pueda interceptar, ¿qué me importa si tiene familia?Yo lo vi primero.

Jueves, 12 de noviembre, 2009.

Tengo que aflojarle a la droga. Ya no puedo ni traducir. Esto está mal, tengo un presentimiento raro. Me siento como si Silvio acechara en cada esquina. Voy a leer las verdades del justicialismo a ver si me sirven de algo, y si no me las fumo. Ya no hago popper, eso sí, leí la historia de una banda que se pasó de rosca y flashearon una carrera. Yo no soy ningún tarado, soy un unicornio azul.

Lunes, 16 de noviembre, 2009.

Querido diario: esta es mi última entrada, la cagué. Aprovecho que Masliah está durmiendo para decirte que la pasé bien estos años, y que todo fue mi culpa. Perdón.