EL NARRADOR NUNCA MUERE

Flash informativo: me acabo de acordar de algo genial. Resulta que estoy preparando unas cosillas porque este fin de semana me voy durante una semana exacta a Caviahue, un pueblo en Neuquén muy lindo lleno de pehuenes, cerca de la cordillera, disfrutable tanto en verano como en invierno. Bueno, nosotros (mi familia y yo) fuimos a esa localidad por primera vez hace algunos años, en verano. Lo que en invierno uno hace esquiando, en verano lo recorre con botellas de agua y remeras que lo cubran del sol. En una caminata vacacional (?), decidimos hacer el footin' cuesta arriba hasta la Laguna Escondida, una laguna que está en efecto escondida, rodeada de pehuenes y piedras que es una belleza. Al borde de esta laguna había (ignoro si hay, espero que sí) una casucha de madera, con techo y una ranura a la altura de los ojos que oficiaba de observatorio de pájaros. A mi familia y a mí nos pareció tan peculiar e idílico este lugar con ese observatorio que cometimos un acto de vandalismo: sig

“Te pido un favor: necesito que escribas para HND sobre el Dr. Tangalanga. Estoy muriendo de la risa leyendo frases suyas en Internet”. Y así, con este mensaje desesperado del querido Toro (casi con una lágrima –de risa- sobre el teléfono, para no quedarnos detrás de Ciro James), comienza esta historia, este humilde artículo que intentará dar a conocer a un viejo conocido, un cómico que según Wikipedia tiene por profesión ser “bromista telefónico”. Mi casa alberga en su interior personas, libros, muebles y Cds/DVDs/cassettes viejos y/o desconocidos y/o de dudosa calidad. Y muebles. Una vez, hace poco tiempo, el Toro vino a comer comida china –Restaurante El Angelito, VP, sumamente recomendable- y socializar conmigo. Cuestión que recuerdo que debía mostrarle el cassette que contiene la ahora famosa canción “El venado”. Lágrimas de alegría (eterna aquella noche) corrieron por la piel sensible de nuestro bienamado Porthos. “Y que no me digan en la esquina el venao, el venao, porque eso a

La cosa es así: mi hermano me insiste durante meses diciéndome que tengo que ver "The Thick of It", una comedia que transcurre en el Ministerio de Desarrollo Social británico (o DoSAC: Department of Social Affairs and Citizenship), escrita por Armando Ianucci (comediante que conocimos viendo "Time Trumpet" y "The Stupid Version" y escuchando "On the Hour"). Me dice que es lo mejor que le pasó a la televisión y que, es más, por respeto al resto de los programas no se lo puede considerar televisión. Yo le explico que estoy mirando otras series, que no joda. Él insiste, me cuenta sobre la serie y me explica que hay un personaje, Malcolm Tucker, que es una masterclass de insultos. Un día hacemos un trato: yo miro "The Thick of It" si él mira "Garth Marenghi's Darkplace" (mi comedia favorita en ese entonces). Él no mira lo que le recomiendo, pero yo sin muchas ganas decido ver un episodio de la serie que él recomienda y es EL

Sí, lo adivinaron: hoy HND, que es un medio que no usa Fibertel y que por lo tanto es un medio ultrakirchnerista y ultraindependiente y más vejado que piripicho de calefón (3.21 veces más vejado, nos informa el Instituto de Presos y Sifilíticos sito en Villa Celina), informa sobre los 33 mineros (aseguran que son también orientales) chilenos que están atrapados pero sanos y salvos. La verdad de la milanesa es la siguiente: los 33 mineros chilenos (todos imitadores del look de Yuri Gagarin que vemos en la parte de arriba de nuestras pantallas, si no somos ciegos y si no somos murciélagos durmiendo) eran usuarios de Fibertel (me lo informa una fuente tan confiable como mi Kuñado). Los 33 usaban la excelentísima conexión a internet para leer diarios progresistas como El Mercurio, a la hora de informarse de la realidad nacional, y El País, a la hora de informarse de la realidad mundial (porque el mundo es Europa, ¿cachai?). En sus largas jornadas de minería, que ni la fuerza de voluntad d

El otro día, mientras yo estaba sentada en casa con la toalla aún en la cabeza y esperando que comenzara Amar en tiempos revueltos , mi hermano llegó del colegio y me dijo “mirá lo que encontré en un tacho de basura (del cole, aclaro)” y arroja sobre mí un diario Clarín. Como a caballo regalado no se le miran los dientes, y porque 678 ya nos enseñó que podemos leer el gran diario agentino sin que nos vendan gato por liebre, me puse a ojearlo. Más allá de los titulares, de algún que otro palo al gobierno, de la preocupación incesante por la inseguridad, hubo algo, pequeño, casi inadvertido que no sólo llamó mi atención sino que me hizo pensar en cuán hijo de puta se puede ser en esta vida rastrera. En una de las páginas aparecía una propaganda del programa Otro tema , conducido por Santo Biasatti, que se emitiría esa misma noche. Como en contadas ocasiones, una imagen vale más que mil palabras (aunque esta imagen las incluye), les ofrezco que la observen por ustedes mismos y, como diría

Estás en casa. Un feriado al anochecer. Mañana volvés a la rutina, como Chayanne. Cuando pensás que no hay nada peor que un domingo a la tarde, llega el feriado del fin de semana largo. ¿Qué hacés? Y sí, pebete oficialista, leés HND, que llena tus días vacíos, hasta que se sean las 22.30 y puedas ver a Capusotto. Te preguntás, mientras vas tipeando la dirección del blog, qué habrá de nuevo, si es que hay algo novedoso, o qué artículo (genial y maravilloso) vas a volver a leer, repasando los comentarios, incluso aquéllos míticos de la Loca de Mierda (¿será Loka?). Y es que ha pasado tanta agua bajo el puente, pensás. Finalmente, las palabras mágicas, el narrador nunca muere. Pero ya no está el video de Moreno en primer lugar. Desde HND siempre pensamos en la gente como vos o los vecinos de Recoleta y las señoras que miran Mañanas al Pedo, porque, a diferencia del grupo Clarín, anhelamos ser un medio económico concentrado (digo a diferencia porque Magnetto ya lo logró) que vele por la se

Moreno: te bancamos. ¿Casco o guantes? Sos pura magia. Mi hermano tiene razón, Moreno es el Malcolm Tucker de nuestras latitudes, y eso no es un detalle menor.

Como es habitual en este medio pluralista que se preocupa por lo que le interesa a la gente, este dementor lamenta informarle a la querida audiencia que ha acontecido otro hecho relacionado a la VEJACIÓN de nuestros ABUELOS. Sí, señores. Lo peor es que aconteció EN FRENTE DE MI CASA. No sé cómo TN o Canal 13, valga la redundancia, no vinieron a cubrir el caso de la anciana a la que un hombre golpeó. Esto es propio de la sección “policiales” de Clarín o “sociedad”, como cuando en El Noticiero del Trece llevan a un especialista para hablar de “inseguridad”. Bueno, YO NO LOS VI ACÁ. De cualquier manera, este brutal robo, porque el hombre golpeó a la señora e ingresó a su casa y le robó la fortuna que ahora detentan los jubilados, tiene la particularidad que más le gustaría a los medios concentrados: FUE A LAS 2 DE LA TARDE. Sí, señora, no se sorprenda con lo que le voy a decir, 14hs. Definitivamente, así no se puede, como dijera Lilita. HAY QUE INTERVENIR CATAMARCA, 6 a 1 con Bolivia, qu

Queridos lectores, he descubierto por qué Diego Bossio no llama a nuestro querido Toro, confesando su amor. Pero primero, recapitulemos. Nuestro querido Toro contó las aventuras quijotescas por Palermoe en busca de los aros del tiempo perdido, al estilo Indiana Jones. Puedo afirmar que nos ganamos el beso de la princesa en la búsqueda. Y sobrevivimos a Palermoe en una misma secuencia. Cuestión que, en el día de ayer, a la noche más precisamente, utilizamos algunas de nuestras recientes y emocionantes adquisiciones para ir al San Martín a ver un documental sobre el ballet de la Ópera de París (muy recomendable, ya que estamos). El Toro y quien les habla nos produjimos como nunca en nuestras vidas, nos maquillamos*, nos pusimos como las verdaderas femme fatal que somos y salimos a comernos la ciudad. Para acabar comiendo en un Burger de Corrientes. Pero el Teatro lo ameritaba y la sociedad toda lo esperaba con ansias. Así que mis aros “de treinta centímetros”, como los denomina mi madr

Hace unos días tuve una crisis de identidad: me di cuenta de que entre mis más de 100 aros no tengo ni un par entero (tengo un solitario, un medio par perdido y otro medio par roto) de plumas. Simplemente lo necesitaba. Mandé un mensaje de texto a Gretichen y le propuse ir a comprar aros. Ella, que comparte el fetiche, encantada. Después de pensar adónde corno ir a comprar aros, las opciones se redujeron a dos: Palermoe o San Telmoe. Pros y contras de San Telmo: -no es Palermo (+) -lo conozco muy bien (+) -hay buenos precios (+) -hay variedad (+) Pros y contras de Palermo: -es Palermo = menenismo (-) -no lo conozco (+) -no conozco los precios (-) -no conozco la variedad (+) Aunque Palermo es Palermo, elegí ir por allá, en principio para darle una oportunidad y ver si ofrecía algo distinto a San Telmo que queda cerca de mi casa y siempre será un refugio arístico. Gre y yo arreglamos la cita: a las 11hs. en Serrano y Honduras (alerta Cristian Castro). Ella llegó a las 11.28hs. Yo llegué

Bueno, me parece que o me están metiendo el perro o yo tengo algún problema. Repasemos las promesas de la noche porteña, o de cualquier noche. Cuando aparece la propuesta de salir (ese "salir" que significa hacer algo después de medianoche y que nunca es sencillamente ir al cine o a comer brownies), nos dicen que salir va a ser un poco como " Paseo inmora l" de Gustavo Cerati: Comencé a girar como un reloj, hoy el oro está en mi piel. Desperté, las ideas fueron más, puedo obviarlas y esperar. Estoy detrás del corazón moviéndolo lentamente, sigo detrás del corazón moviéndolo lentamente. Háblame, no logré sobrevivir dentro del caparazón. Y después, un paseo inmoral, noches de longevidad. Te creé como un gran inventor. Y alguna vez querrás saber la dirección para volver al origen que al principio fue.. Paseo Inmoral. y otro poco como "La nuit" de Robots in Disguise: Je respire l'air doux de la cité Cité, cité On circule aux couleurs des néons Néons, néon