EL NARRADOR NUNCA MUERE

Hola, ¿qué tal? Como dos de los cuatro miembros de este blog no responden un puto mail (uno de ellos ni siquiera mensajes de texto) y el miembro asociado (Micaelita, que es a este blog lo que Paraguay al Mercosur pero con menos calor) tampoco da señales de vida, vengo a compartir intimidades con ustedes, los centenares de miles de lectores que siguen apasionadamente este blog...o no. En estos últimos dos días, mi libido sufrió dos sacudones importantes. Vamos por orden de importancia. Ayer estaba en mi cocina a la madrugada trabajando muchas horas sobre una planilla de excel muy larga y molesta mientras comía toda clase de cosas que involucraran azúcar compulsivamente y cada tanto cambiaba de canal. Claro que los canales eran limitados: del 746 directo al 121, pasando por 721 y 717, y quizás echando un vistazo a los canales de películas que van del 500 al 520. En una de esas idas y venidas, cuando aterrizo en el 121 (la TV pública) algo ilumina mis ojos. Sí, señor, era Dirk Bogarde. C

A 34 años de su asesinato, HND les recomienda un texto que, en mi humilde opinión, es mucho más groso que la Carta a las Juntas Militares: el Documento a la Conducción Nacional de Montoneros . Ayer y hoy: un flor de compañero.

Y sí. La colgué. Iba a escribir una crónica de la fiesta-qué-fantástica-fantástica-esta-fiesta de casamiento de Ceci. Pero, como siempre, el Toro me ganó de mano. Como no vale la pena otra crónica de lo mismo, aunque sí debo agradecer la foto del paraíso cosificado, id est, el corazón de malvaviscos, decidí escribir otra cosa. En primer lugar, ayer vi “The Social Network”, la película basada en la vida del creador de Facebook, Mark Zuckerberg. Un freak sumamente inteligente y genio total de programación y computación en general. Creo que la mitad de la película se la llevan los datos que tiró y los nombres de procesadores. Además, actúa Justin Timberlake, que hace de otro niño yanqui genio que creó Napster a los 19 años. Puedo decir que después de ver el film, pensé dos cosas raudamente, a saber, 1) el negocio del mundo está en el software y 2) qué mierda hago estudiando antropología en Puan. Pero si uno se queda pensando más profundamente, puede darse cuenta de que Mark es un lobo sol

Hay días que no podemos parar de ser tan geniales. El pasado 5 de marzo fue uno de esos días....o mejor dicho, noches. Gracias a la Heisenbergseñal (que es, básicamente, la promesa de chocotorta) las cinco chicas HND nos reunimos para festejar juntas el casamiento de mi hermana. Darth Vader y La Tostadense tienen el mérito de haber estrenado la pista de baile, para que después Bruno, Micaelita, decenas de amigos más y yo nos prendiéramos a mover las cachas. En la fiesta hubo de todo: sambúches, chicas hermosas, muchachos apuestos, mesa dulce (hecha por el resto de las chichis HND que le regalaron a mi hermana suficientes tortas como para alimentar a Haití), mate, medialunas, tragos de personas adultas, cumbia, cuarteto, piñata y, en lo que parecía un plan social de Cristina, moños, ramos y velos para todos y todas. Algunos miembros del equipo heisenbergiano se pasaron un poquito de copas (un poquito nomás), otros anduvieron de levante, otros sencillamente bailaron. Mención especial p

Señores y señoras, a que no adivinan quién es la co-autora de este parecido. Sí, sí, no se murió, ni cambió de mails ni fue raptada por un psicótico de Ciudad Universitaria. Aquí está, ésta es Aramis. Y para un retorno (o pseudo) triunfal, no se requiere sólo a Paulina Rubio. Un parecido para recordar, para que agenden, para dar a conocer a quien en un futuro será una estrella sin igual. El bien amado Martín Jáuregui y el joven retoño, mitad sureño, mitad porteño (cuánto -eño) sobrino de Porthos -la sangre tira-. Enjoy!

Iba a responder a la anterior publicación de Bruno con un comentario, pero la extensión era tal que comprendí que el calibre de los hechos y el artículo de mi compañera exigían una respuesta en este formato, es decir, en formato de exabrupto que pretende ser artículo, pero no. Primero que nada quiero decir que no doy más. En mi cabeza en este momento hay muchas cosas en juego: el jueves se casa mi hermana (yo soy testigo por parte de mi cuñado), el jueves vuelve mi sobrino de Trelew, el miércoles 9 rindo un final, es carnaval el 7 y el 8, el 12 es mi cumpleaños y tengo que organizar una fiesta con La Cámpora, el 11 es el acto en Huracán, este sábado es la fiesta de mi hermana, quizás consiga trabajo, el 10 me tengo que ir a anotar a las materias que voy a cursar este cuatrimestre, tengo un mínimo de cinco reuniones por semana con la agrupación (por suerte, a diferencia de Bruno, vivo muy cerca del lugar donde me reúno), estoy cansadísima desde hace meses, no paro de llorar por Néstor

Y sí, señores. Para el que no se dio cuenta, empezó el 2011 y empezó con tutti. Yo sé que la vida es más compleja de lo que parece, amado Jorge, pero esto es, para decirlo mal y pronto, “zarpada complicación”. Gran cantidad de las personas a las que más quiero en este mundo ya están estresadas. Y ES 1° DE MARZO. Es decir, ¿qué nos queda para septiembre? ¿Para diciembre? Si esto no es la vida despeinándonos totalmente, no sé qué mierda es. Hay gente que se hace cargo de muchos frentes, eso es una realidad. Están los que cursan materias en verano y van todos los días a la facultad, cinco horas y con una hora en el puto Bondi que va a Ciudad, después de haber levantado niños obesos todo el verano. Están los que, no contentos con la militancia universitaria pulenta, militan en el territorio –pulenta al cuadrado-, con gente, debo admitir, muy linda, como son los de la Cámpora San Telmo. Otros, no contentos con su trabajo arduo en el conurbano, viajando tantas horas como las que se laburan,