Could it be somebody super like you?

Dicen que dicen andan diciendo que en Navidad se cumplen los sueños. Visto y considerando que anoche cumplí varios (entre ellos tener un gato chino que mueve la mano, un casco y un ¡sonic screwdriver!) hoy decidí seguir con la racha. Atenti: voy a cumplir un sueño quintaesencial, el que está justo entre ser jardinera y tener una moto Puma, voy a escribir una reseña de un episodio de Doctor Who. Y no de cualquier episodio, ni más ni menos que del especial de Navidad que este año es además el último episodio del décimo Doctor (interpretado por el bellísimo e irresistiblemente escocés David Tennant) antes de la regeneración que lo convertirá en el Doctor más joven (¿y más sexy? Smith, hay mucha agua bajo el puente) en la historia de su propia vida. Si esta noche lluviosa lo consiente, voy a escribir el mejor artículo que escribí en mi vida, todo al compás de Merry Xmas Everybody (gracias Slade por ser como sos, con playback y todo me alegrás la Navidad). So here it comes the sound of drums -me tomé tan en serio el trabajo que no leí ninguna reseña todavía, ni siquiera la de The Guardian, aprécienlon:

Hagamos un repaso de los últimos especiales de Navidad.

2005: "The Christmas Invasion". No es particularmente memorable, lo lindo es que es el primer episodio en el que actúa David Tennant (fantástico por un lado pero muy triste considerando que nos quedamos sin los ojos temperamentales y la risa infantil del dolorosamente atractivo Christopher Eccleston). Le cortan la mano, hay polémica sobre eso (¿cuenta o no como una regeneración?). Vemos al Doctor en pijama. Aprendemos que todo se cura con té porque, claro, podemos ir y venir a Roxocoricofallapatorus pero la BBC es más británica que el tweed.

2006: "The Runaway Bride". Genial. Donna Noble (la hermosa y carismática Catherine Tate) hace una gran dupla con el Doctor y nos seduce con su cabellera pelirroja. Y, ojo al piojo, en la recepción de su frustrado casamiento escuchamos por primera vez el temazo de Slade supracitado musicalizando la Navidad whooviana (pero ellos mismos nos advierten: look into the future now, it's only just begun). Grandes momentos como la TARDIS persiguiendo un taxi londinense, Donna burlándose del Doctor llamándolo "Martian Boy" y Sarah Parish haciendo de un arácnido gigante que sólo quiere casarse. Opacado un poco todo por la reciente pérdida de Rose, el amor de nuestras vidas.

2007: "Voyage of the Damned". Normal. El Titanic chocando la TARDIS es un lindo toque, Kylie Minogue es encantadora, funciona bien como unitario. Nos recuerda más a la aventura en el Poseidón que al Titanic pero supongo que está bien.

2008: "The Next Doctor". Ab-so-lu-ta-men-te brillante. De sólo describirlo me divierto. La Era Victoriana, Londres, Navidad. Un hombre que se cree el Doctor (David Morrissey, ¿puede ser más sexy?) con una compañera linda, una mujer hermosa y malvada que quiere dominar el mundo con su ejército de Cybermen explotando niños en fábricas (¿habrá inaugurado la corriente Gallifrey-marxista Russell T. Davies con esta interpretación de la Revolución Industrial?). Muchos momentos cómicos entre los dos "Doctores" alternados con momentos profundamente tristes que muestran el dolor de Jackson Lake, no tan Timelord, más bien un pobre hombre que perdió a su esposa e hijo en un ataque de los Cybermen. Lo mejor de todo: Lake recupera a su hijo, el Doctor su reputación y los dos se van a cenar en una noche de nieve y villancicos. (Ese episodio me hace sonreír.)

Este año la cosa va por partida doble (o cuádruple). Tienen que competir con el último especial navideño, tienen que recuperar la fe de todos los fanáticos que nos comimos el fiasco de "Planet of The Dead", calmarnos del miedo que nos dio "The Waters of Mars" y además arreglar las cuentas para que el Doctor se regenere. Complicado. Particular ansiedad sufrimos porque en este episodio se cumplía la profecía -los Ood anunciaron que el Doctor iba a cantar su última canción y una extraña le dice que está por venir y que cuando llegue "he'll knock four times"-, había que hacer que The Master vuelva de las tinieblas y mande todo a la goma. Sumado a eso, nos dicen a los fans de la Srita. Tate que vuelve Donna, más linda que nunca, y que su cerebro no explota, ni siquiera cuando se vuelve a convertir en Doctor-Donna. Nos disponemos a ver el episodio con el café recién servido, yo voy a buscar mi sonic screwdriver ("Who'd have laser?" chupála, Saxon, el mío pone estantes) y empezamos.

Empieza el episodio y una voz en off (¡primera novedad!), que le da el toque infantil y un poco anacrónico, anuncia que el mundo está teniendo pesadillas. Mi memoria whooviana ya recuerda "Silence in the library" y trata de especular. En los primeros quince minutos vemos a Wilt, el abuelo de Donna, reuniéndose con un grupo de jubilados que buscan al Doctor, al Doctor llegando al planeta de los Ood y enterándose de que The Master está por volver, merced a un grupo de Ood ancianos que le advierten que un fantasma se cierne sobre los tiempos (yo bromeé que era el comunismo), a un primer ministro color Obama teniendo un plan macabro (que por ahora desconocemos) y a una secta extraña y poco creíble sacando a Lucy Saxon de su celda para revivir a The Master. Buena escena cómica entre el Doctor y Sigma Ood, lindo toque el de la alarma de la TARDIS. John Simm más sexy que nunca haciendo de un Master platinado y sumamente trastornado. Lucy Saxon que, sin darnos una buena actuación que igualmente agradecemos porque ella es preciosa, muestra una vez más que la tiene más clara que todos los demás juntos y trata de matar a su ex-esposo. The Master está completamente loco, ya no soporta los tambores en su cabeza (me encanta cómo Russell T. Davies convierte a todos en víctimas) y ahora vuela y tira rayitos eléctricos para calcinar a la gente. El Doctor lo encuentra en un puerto. Persecución horizontal -sorprendente, ya que todos conocemos la obsesión de Davies con lo vertical- interrumpida por Wilt y sus jubilados y jubiladas, estas últimas enamoradas de la juventud del Doctor. El Doctor y Wilt se toman un té. Momento conmovedor: el Doctor le dice a Wilt que va a morir y lo vemos llorar por segunda vez en la historia (la primera fue cuando creyó que The Master había muerto). Mis ojos se humedecieron. Aparece Donna, ahora un poco feliz pero más que nada triste, a punto de casarse con un mediocre y con el mismo carácter de siempre. Encuentro entre dos titanes (o Timelords)*: The Master tira unos rayos al Doctor, el Doctor se la banca. Charlan un poquito, The Master hace que el Doctor escuche los tambores y se va volando. A Wilt le anuncian por la tele que va a tener que volver a las armas y el Doctor lo va a buscar a su casa. Donna tuvo un momento Archangel con un libro escrito por el primer ministro entonces el Doctor y Wilt van a la casona del mandatario. Allá encuentran a dos alienígenas trabajando de encubierto en una suerte de "stargate" con nanogenes o algo así que arregla planetas, encontrada por el primer ministro en los escombros de Torchwood y a The Master, secuestrado por el primer ministro y su hija con cara de princesa africana para que les arregle la puerta con alambre y así se pueda hacer algo genial y potencialmente peligrosísimo con ella. Apenas The Master lo arregla, el Doctor entra corriendo a la sala de operaciones. Para hacerla corta: The Master se mete en la máquina que arregla planetas enteros y hace que "arregle" al Planeta Tierra con su propio ADN. Ipso facto, el mundo se llena de The Masters. Sí, son todos The Master. Menos contadas excepciones: Wilt (protegido por radiación), el Doctor y Donna, que en los últimos segundos del episodio se convierte en Doctor-Donna una vez más. Muy graciosas las burlas a Obama, que en Navidad anunciará el fin de la recesión pero termina convirtiéndose en The Master en plena conferencia de prensa. Pero mis pequeños escarabajos peloteros, lean con atención: lo mejor está por venir. El Doctor y su troupe tienen que luchar con un planeta de Masters y.....vuelven los Timelords. Sí, leiste bien. Finalmente muestran que la voz en off pertenece a los inconfundibles ojos de Timothy Dalton (¡el primer Bond que además es Timelord!) y, en los avances del siguiente episodio, en un plano más largo, lo muestran con su uniforme gallifreyano y unos escoltas. Para rematar con la cereza de la torta: un parlamento tipo Moralan de Timelords que anuncian que van a volver a pelear por el Doctor. Por las burlas a Obama, las parejas interraciales, las picardías, la barba de John Simm, los ojos de Timothy Dalton, Donna y todo lo que está por venir: le doy 15 "Sócrates es un gato".

*Mi memoria me falla, el orden en el episodio no es necesariamente el que está aquí relatado, pero no me pueden pedir que en una serie cuyo tema principal es el viaje en el tiempo recuerde todo a la perfección.

** Ya sé que no se entiende una goma, pero mi cabeza está peor que si hubiera mirado el corazón de la TARDIS y es una serie complicada. Mírenla, o no lean esto o escriban un mail, me va a re-interesar su opinión. Lo importante es que cumplí un sueño y a mi TARDIS-alcancía, mi sonic screwdriver y mi psychic paper, ahora puedo sumar este artículo.