¡Ese es mi cara de paty! O la versión siglo XXI de “Tal para cual”

Rompiendo un poco con mi ausencia y la genialidad de Aramis y Porthos, escribí este artículo mientras comía caramelos de miel y menta y contaba los minutos para ir a trabajar.

El sábado pasado escuché una frase que me quedó resonando en la cabeza: eh, cara de paty. Así, sin más, sin sujeto ni predicado, un vocativo lanzado al aire con la violencia de lo cotidianamente espontáneo, sin ánimos de ofender, como descripción de lo ya dado, apareció la frase. No quiero decir que uno deba ir por la vida gritando al prójimo semejante combinación de signos lingüísticos pero tampoco creo que haya de ofender a una persona en el caso de ser así denominado. La cuestión es que esta mañana, entre Ismael Serrano, un té de manzana y mis apuntes a leer para esta semana, la frase volvió a sonar en el vacío de mi cocina. Cara de paty. Entonces, sin poder concentrarme ya en la voz sensual del sensual español, en la recontextualización de la murga porteña de la que hablaba el apunte ni en el disfrute que profiere siempre tomar un té de manzana, me puse a pensar: ¿quién podría ser el estereotipo del apelativo cara de paty?

Mis artículos jamás llegan a conclusiones profundas porque creo que en su esencia misma esa condición no está preestablecida. Pero esta vez, quiero pedirle a los lectores que se sumen al desafío (?) de hacer un posible listado con estereotipos de cara de paty. Ustedes, señores y señoras de la audiencia, se preguntarán qué es lo que define a un cara de paty. Yo no sé si pueda dar una académica respuesta pero quizá a través de la ejemplificación podamos llegar a algún acuerdo.

1- Luis Majul. Este “periodista de investigación” creo que da con el target preciso. Es un sujeto que no tiene dos dedos de frente pero, no obstante, ha llegado a una posición de reconocimiento y respeto por parte de una gran porción poblacional. No debería decirlo pero no puedo conmigo: país generoso.
2- Julio César Cleto Cobos. Podría decir lo mismo que en el caso anterior salvo por lo de periodista y añadir que además este sujeto vive de la contradicción porque si se llegase a ir de la vicepresidencia –que sería lo coherente-, dejaría de tener vida a nivel social y se volvería un boludo más sin cargo político, posición de la que nunca debería haber salido en realidad.
3- Prat Gay. Este sujeto es la nada misma. Ni siquiera su cabello se decide entre ser auténtico o un peluquín a lo Silvio Soldán. Un coiffeur por ahí, por favor. Además de una personalidad y una vida, de más está decir.
4- Larry de Clay. No tengo mucho que decir, su pasado lo condena. Y calculo que su pasado es su presente. No es tan fácil dejar de ser un cara de paty.
5- Gabriel Schultz. Todo bien –o no- con el conductor de TVR pero la verdad nunca es triste, lo que no tiene es remedio. Así que Gaby, nadie te pide nada pero debo decir que me das el perfil para incluirte en esta ejemplificación. Si te alegra, porque sé que nos leés todos los días para ayudar a la producción a hacer el programa de los sábados, estaba entre vos y Florencio Randazzo. Respecto de éste último, quería explicar que aunque no me cae mal y no tengo reproches a nivel de su coeficiente intelectual, nunca me dejó de parecer un banana en pijama, al menos, si lo comparo con Aníbal y su bigote. Floren, te falta personalidad mediática, quizá por eso te dedico este espacio. Igual, te banco. Hay que poner la cara a tanto bombardeo pelotudo –y encima vos, que sos un cara de paty, qué valiente-.

Por si no quedase claro, y excluyendo a Florencio Randazzo que no sería un miembro pleno de este grupo –y Gaby tampoco, pero me faltaba un nombre- que entran más que nada por descripciones físicas que intelectuales, los cuatro primeros y auténticos casos responden a la descripción brindada hace unos años por el maravilloso Leo Masliah en su canción Zanguango. Para Majul, el Cleto y Prat Gay –y Larry de Clay, aunque este personaje me resulta indiferente-, una descripción de lo que en mi imaginario representan por ser unos cara de paty.

Soy un imbécil, soy medio tarado,
Soy nulo, soy un retardado
Nunca pasé la edad de la bobera,
En el mate yo tengo madera
Yo no sé si se me nota la cara de idiota
O el aire de nabo
Aunque también soy un ganso
Y, si un día me canso, me convierto en pavo

Zanguango
Zanguango

Soy un zapato, un estúpido, un bobo
No sé ni dónde estoy parado
No me doy cuenta de nada,
Soy tonto y re tonto, soy un abombado
Tengo un helado aplastado en la frente
En la mente tengo detergente
Soy medio zonzo y tres cuartos boludo
Soy necio, soy un pelotudo

Zanguango
Zanguango

Soy un vejiga, soy un banana
Soy un zapallo y un tarambana
Soy un zanguango, soy un imbécil de rango
Soy medio choto, soy un bobito
Soy lo más tito, soy un vejerto
Un buenas noches que nunca me despierto

Soy un peligro, soy un inútil
Soy medio lelo, soy como un castigo del cielo
Un verdadero flagelo
Soy un desastre, soy un estorbo
Soy mucho peor que un cero a la izquierda
Soy una plaga, soy un imbécil de mierda

Zanguango
Zanguango

Lectores, espero sus candidatos.