Odio a Lady Gaga, odio charlar y te odio a vos

Hay cuatro preguntas que odio más que cualquier otra cosa en el mundo:
a) ¿En qué pensás? Mejor respuesta: chupáme un huevo. La Tostadense trae a la mesa otra alternativa interesante: 50 formas de matarte en orden alfabético.
b) ¿Por qué decidiste estudiar _______ (inserte carrera aquí)? Yo creía que lo mejor era decir que no sabía hacer otra cosa … hasta que me dieron un discurso de 20 minutos sobre cómo no tenía que decir eso porque yo podía hacer cualquier cosa que me propusiera.
c)¡¿Cómo que no viste El Secreto de sus Ojos / Avatar / cualquier película del planeta?! Compréndanlo de una vez: me aburro muy fácil y si todo el mundo habla de una película, yo me cansé antes de verla. Cuando la vea, les digo.
d)¿En qué andás? Mi respuesta siempre es la misma: ahora, ¡charlo con vos! Nunca funciona.

Voy a decir aquí y ahora que mi vida es, en efecto, muy interesante. Lo que pasa es que nada merece ser contado (como la mayoría de las vidas de la mayoría de los seres humanos y eso va para todas las personas que deciden contar sobre sus perros, novios, abuelos, estudios, trabajos y quiosqueros cuando uno formula una pregunta sencillamente para ser cortés). Analicemos esto con cuidado: yo tomo clases como cualquier criatura de Dios que se propone hacer una carrera universitaria, además clases de danza clásica, de francés y próximamente de yoga. En este momento de mi vida, voy al kinesiólogo para que me saquen mis dolorcitos de espalda producidos por mi pequeñita escoliosis. Además, cuido a mi sobrino dos veces a la semana y tengo una familia bastante decente. En mi tiempo libre miro Canal 7 y uso la computadora. Y ahí está lo importante: al menos cuatro horas al día estoy sentada frente a mi monitor. Ustedes pensarán que es una pérdida de tiempo, pero no lo es en absoluto. Mis cinco sitios más visitados son: Gmail, este bendito blog, Twitter, el Servicio Meteorológico Nacional (y Popular) y Thebox.bz, una red social de intercambio de programas de televisión y radio británicos super adictiva a la que me introdujo mi hermano. Ahora estudiemos sitio por sitio:

-Gmail: es mi contacto con el mundo. Detesto hablar por teléfono y los mensajes de texto los uso sólo para enviar frases graciosas, contar curiosidades y recibir lo que Bruno Sierra opina de los artículos del diario.

Además, Gmail incluye a Gtalk (la manera en que hablo diariamente con La Tostadense), tiene el Reader (que todavía no puse a punto) y un montón de carpetitas designadas para que yo pueda organizar mis mails y suspirar con satisfacción sabiendo que, aunque mi habitación está desordenada, mi casilla de mails está impecable. ¿Para qué voy a caminar hasta la cocina y comentarle algo a mi hermana si puedo mandarle un mail con el link al artículo que acabo de leer? A la mañana prendo la computadora, abro Gmail y no se cierra hasta que me voy a dormir, es mi amigo fiel.

-Este blog: no pienso dignificarlo con un comentario.

-Twitter: de vez en cuando twitteo algo, pero más que nada (me enamoré dos veces y) lo uso para seguir a gente interesante (sigo a un centenar de comediantes británicos y algún que otro músico, les dije que era mi especialidad), enterarme de novedades de la TV Pública, leer los artículos de WikiLeaks (altísimo sitio), leer "spoiler-free reviews" de episodios de Doctor Who en Den Of Geek (otro buenérrimo sitio) y ocasionalmente visitar otros sitios que sigo como: geekosystem, techchuff, drwhoonline, estatostada, mymodernmet y theonion (acabo de descubrir que sigo a un personaje llamado "the big foot", agarráte la dentadura).

(Tomé un sorbo de café, me pareció raro y lo escupí adentro de la taza. Un segundo después me di cuenta de que ya tomé mi café vespertino, esto es té. Me hice té. Ahora lo tomo chocha y contenta, escupido y todo.)

-el Servicio Meteorológico Nacional: está bien, ya sé que parece triste pero no vivo sin el pronóstico. No soporto no saber qué va a pasar, es sencillamente eso (la huellita). Lo miro todas las tardes para saber cómo va a estar la noche y todas las noches para saber qué va a pasar al otro día.

-Thebox.bz: les juro por mi ancho de banda que es el mejor sitio en la historia de la internés. Es fácil: te bajás cosas por torrent, pero esos torrents te los provee este sitio. El único requisito es mantener el ratio, esto es una relación entre lo que leecheás y lo que seedeás (por ej., si te bajaste 5GB, tenés que haber subido como mínimo 1GB para tener un ratio de 0.2). Tienen cualquier programa que se imaginen (desde "Garth Marenghi's Darkplace" hasta "Science of the impossible: how to build a light sabre" pasando por todas las temporadas de "Antiques Roadshow") y hacen competencias divertidas en las cuales los premios son permisos para bajar 50/35/20 GB. ¿Cómo no voy a ser adicta? Hay gente que se obsesiona con su peso, yo me obsesiono con mi ratio.

Además de visitar estos interesantísimos sitios, entro a muchísimos blogs por minuto. Blogs de tecnología, de jardinería, de crítica de arte o de maquillaje: son lo mismo para mí. El martes me encontré haciendo ejercicios de yoga frente a mi monitor, en jeans, porque encontré un video que explicaba cómo abrir la cadera. Mañana me pienso pintar la escarapela en las uñas porque leí un artículo sobre "nail art". El mundo no tiene límites cuando uno tiene banda ancha. Ustedes creen que esto me resta vida, ¡pero en realidad suma! En mi última clase de francés pude hablar de jabones metálicos, "carpuchinos", autos que se alimentan de CO2 y devuelven o2 a la atmósfera (¡¿no es genial?!), mails de Steve Jobs y programas de televisión británicos: todo cortesía de The Internet (con previa autorización de The Elders of The Internet*, por supuesto. ) Me acostumbré tanto a la conexión a internet que verifico todo online. Ni hablar de la cantidad de disquerías/librerías/casas de maquillaje (y sí, mi costado frívolo está más en el centro que de perfil) que hubiera desconocido sin internet. No hago menos actividad física, al contrario, ¿no les dije que voy a hacer yoga? ¿Dónde creen que encontré la información? Es más, soy tan amiga de la red que ahora, en acto de protesta, deliberadamente no voy a negocios que no tienen su catálogo subido a internet: ¡no tiene sentido no hacerlo! También puedo ver obras de arte, películas, entrevistas, escuchar radio y discos de cualquier persona. O conseguir información sobre cursos, exposiciones y demases. Todo a un click de distancia...o a varios, y ni hablar si te metés en esos loops de páginas porno con torrents, podés estar atrapado años.

Por supuesto, yo tendría una vida aún si no tuviera internet. Pero sería mucho más triste. Francamente, me aburro sin internet. Las conversaciones no son suficiente, las fiestas ni que hablar y limitar mi acceso a la información a diarios, revistas y libros sería la muerte en vida. Hay gente que me dice que me consiga más amigos, que salga más. Yo tengo (pocos pero buenos) amigos, y no necesito más. Con o sin internet, odio a la gente. Porque la gente me aburre, habla siempre de lo mismo y la mayoría del tiempo miente. No me puede contar sobre concept cars ni hacerme ver películas. Tampoco me puede decir cómo pintarme las uñas. La gente sólo me sirve cuando me puede dar algo, y como toda la gente que tiene algo para dar lo subió a internet (y la que no lo subió es imbécil), prefiero un monitor y un teclado. Díganme lo que quieran, pero la verdad de la milanesa es que estamos todos sentados frente a la pantalla leyendo.

*Si entendiste este chiste, sos fan de The IT Crowd. Si no, es porque no mirás The IT Crowd y no merecés mi respeto.