¿Por qué es tan cruel el amor?

Queridos lectores, he descubierto por qué Diego Bossio no llama a nuestro querido Toro, confesando su amor. Pero primero, recapitulemos.

Nuestro querido Toro contó las aventuras quijotescas por Palermoe en busca de los aros del tiempo perdido, al estilo Indiana Jones. Puedo afirmar que nos ganamos el beso de la princesa en la búsqueda. Y sobrevivimos a Palermoe en una misma secuencia.
Cuestión que, en el día de ayer, a la noche más precisamente, utilizamos algunas de nuestras recientes y emocionantes adquisiciones para ir al San Martín a ver un documental sobre el ballet de la Ópera de París (muy recomendable, ya que estamos). El Toro y quien les habla nos produjimos como nunca en nuestras vidas, nos maquillamos*, nos pusimos como las verdaderas femme fatal que somos y salimos a comernos la ciudad. Para acabar comiendo en un Burger de Corrientes. Pero el Teatro lo ameritaba y la sociedad toda lo esperaba con ansias. Así que mis aros “de treinta centímetros”, como los denomina mi madre exageradamente, el colgante con Gotita del Toro y su hermoso vestido cumplieron el cometido de ser LO MÁS LINDO QUE TE PASÓ EN TU VIDA, o Hugh Grant bailando en Love Actually. Y ahora que pienso una y otra vez, este fin de semana que aún no termina y que, de hecho, no nos alcanza, hasta podría haber sido contraproducente para el modelo. Chan chan chan chan chan chan chan chan (música de Crónica TV). ¿Por qué? Se preguntarán todos, ¿cómo este espacio que es el tipo ideal de la mierda oficialista aunque algunos de sus integrantes sean amigos de radicales no libres puede llegar a ser contraproducente u obstaculizar la profundización del modelo? ¿Qué “cosas terribles” habrán hecho –aunque no seamos camaristas- para que algo así pudiese llegar a ser una condición de posibilidad (la hueshita)? Este dementor tiene la respuesta, íntimamente relacionada con la historia de amor del año. Porque, de hecho, si por una casualidad de la vida en la noche de sábado nos hubiésemos cruzado a Diego Bossio, el titular del Anses se habría enamorado perdidamente del Toro y hubiese dejado el Chako Impenetrable, las fotos con los Tobas llenando formularios, el taparrabos y la corbata para irse a Constitución o al futuro espacio de Pizzarnik S.A. en Eva Perón 678 (barrio a determinar) y toda la gestión y las estadísticas se podrían haber ido a la mierda. Por amor, claro está. Así que ahora, atando cabos, me doy cuenta del por qué de tanto silencio de Diego. Toro, no te llama porque sabe que podrían ocurrir cosas apocalípticas o liliputienses** por el simple hecho de verte y quedarse prendado de tu belleza, tus labios rojos y tu piel “intervenida”; que el Chaco podría pasar a formar parte de Paraguay o que la oposición fagocitaría al Anses y se volvería al sistema mortal de AFJP y al capitalismo de amigos. Es decir, COSAS OSCURAS, como en Hogwarts, podrían ocurrir si Diego se entregase a su amor verdadero –sé que lo pensó- y definitivamente se decidiese a conocer el corazón de nuestro dementor estrella. Así que, Diego, este mensaje es para vos. Entiendo que el modelo es tu vida, las estadísticas positivas y tu felicidad innata. Pero confío en que el Toro sería tu Eva Perón (o al revés o ambos serían Eva Perón) y quiero que sepas que contás con este espacio para difundir la AUH hasta el cansancio, con nuestras mascotas a tu disposición y mi casa como centro de operaciones. Te invitamos a que te des la oportunidad de abrir tu korazón y, no obstante, seguir haciendo a los niños felices. De hecho, nos jubilaríamos de ser necesario. Y así podríamos comenzar el programa “Jubiláte por un sueño”. En fin, pensálo y acordáte que nosotras siempre vamos a estar. No te dejes vejar.

Finalmente, sólo quiero añadir que dentro de poco los GPS no van a ser más gallegos sino que se van a producir en Tierra del Fuego y van a hablar así: “te pasaste, papá, pero no te preocupes, campeón, doblá dentro de 100 metros a la izquierda”. Lo vi por la televisión y no era un chiste. Y no era Capusotto. Así que se vienen los GPS nacionales y populares. Quizá hasta te avisen cuando estás por pasar cerca de alguien del PRO para que dobles y no corras peligro. O la casa de Aníbal tenga un bigote en el mapita. O la de Diego, un abuelo feliz.

*el Toro me enseñó los secretos del buen maquillaje y hasta me socorrió mientras me pintaba las uñas en el 102.

** Gráfico explicativo del amor en los tiempos del Kólera