Man, I feel like a woman
Es miércoles (momento enálage) y estoy estudiando. Mi hermana mayor K. me pregunta si puedo cuidar a mi sobrino el jueves. Le digo que sí, que no hay problema, que ni me agradezca pero yo sé que tengo otros compromisos, a saber: hacer una torta para mi hermano L., encuadernar la "Escolástica Peronista Ilustrada" de C. Godoy, estudiar y ahora, también cuidar a Leónidas. Sin saber qué hacer, mando mensaje a Aramis preguntándole si voy a poder hacer todo y sobrevivir para contarlo. Aramis me dice que espera que sí porque yo soy la máxima representante del bastión de mujeres autosuficientes (me sonrojo) pero que, de hacer falta, ella está dispuesta a ayudarme. Tenía ganas de verla así que le digo que pase, y así de paso cañazo conoce a Leónidas. Así quedamos.
El jueves no tengo clase porque uno de mis profesores está enfermo y el otro no me importa. Promediando las dos de la tarde, Aramis toca el timbre. Bajo a abrirle en pijama. Subimos, le ofrezco agua y acepta. Saco una pizza del freezer (mis habilidades culinarias son paupérrimas) y la meto en el microondas. De fondo: Estudio País. Aramis se burla de mí y yo le explico que siempre miro Estudio País (lo estoy mirando ahora), y le describo con precisión la programación de Canal 7 desde el mediodía hasta la noche. Lo tengo de fondo todo el día, le digo, pero para comprobar que no miento le canto la cancioncita de El Mundo de los Por Qué. (¿Por qué las montañas son tan altas? ¿Por qué? ¿Y las flores tan cortitas?) Le explico cómo funciona la magia de Estudio País, le cuento que la noche anterior había asistido a una lectura/performance de un travesti chileno y le comento unos curiosidatos aprendidos en un Video Maní (gracias I-sat por tanta magia).
Llega mi madre. Llega mi hermana con mi sobrino Leónidas. Lo apretujo. Veo el brillo en los ojos de Aramis y lo coloco en sus brazos. Ella no lo apretuja, lo sostiene con mucho cuidado. Recostamos a Leónidas sobre la mesa y nos disponemos a estudiar. Claro que no estudiamos nada, jugamos con Leónidas y lo molestamos cada vez que amaga con quedarse dormido. Le damos leche en mamadera, y después le golpeamos la espalda para que no le caiga mal (?). Seguimos jugando con él. Le sacamos fotos. Compruebo gracias al juicio imparcial de Aramis que Leónidas es hermoso. Publicaría foto pero no quiero exponerlo, no soy Tom Cruise. Pensé en subir foto pixelada, pero claro, no sé hacer eso. Para reemplazarlo, subo foto de bebé genérico que me pareció lo suficientemente lindo como para estar en este blog.

Llega la hora de hacer la torta. Yo quería hacer para L. una torta peronista, id est una torta celeste que en blanco tuviera el símbolo de "Perón Vuelve" o "Pablo Viene" o "Pity Vive". Delego a Aramis todas las tareas asociadas a la prolijidad, amasar la pasta ballina, teñir la pasta ballina, aplanar la pasta ballina y cortarla. En síntesis, no soy más que el autor intelectual de una torta peronista. Finalmente, resolvimos darle un toque gasolero. Una reserva blanca, letras en celeste y bolitas metálicas. Las odio, parecen sacadas de un collar de emo que se vende en la Bond, pero también me gustan las cosas feas así que decido ponerlas. La torta queda así:
Después llegan más miembros de la familia, y todos nos reunimos al lado de Leónidas. Aramis se va, Leónidas también y el día termina.
En fin, nada relevante pasó pero Aramis y yo cuidamos a un (hermoso) niño y cocinamos, todo en el mismo día. Y lo queríamos compartir porque vivimos un pedacito de esa vida que tiene lo que vulgarmente se llama "la mujer" y que supuestamente tiene que ver con cocinar y cuidar chicos, y no nos pareció nada especial. Pero la torta nos quedó linda.
¡yo también tengo canal 7 todo el día! Y la torta, sólo me remito a la doctrina justicialista: nada mejor para un justicialista que una torta justicialista hecha al calor de Estudio País (Badía, no te mueras nunca). Besos.
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