Who is right? Who can tell? And who gives a damn right now?

Comunidad cibernéstica, Sra. Directora, Miembros de la Comisión Cooperadora, Maestros, Alumnos, Papis, Tutores o Encargados:

Nos reunimos (virtualmente) en el día de la fecha para avivar un poco las aguas y para hablar de algo fundamental: por qué somos tan geniales. Esa es nuestra meta, en este blog y en esta vida: saber por qué somos lo que somos, unirnos en un ritual de sangre (y no tanto) al clan Pauls, entender el sentido de esta vida que no nos alcanza (que es 42) y esbozar un argumento que nos permita estar en pijama todos los días, en todos lados. Tal vez, si la meteorología consiente, broncearnos las mejillas un poco pero teniendo en cuenta que esto es imposible dado que, con la excepción de Athos, los demás dementores y Darth Vader (presumiblemente por el constante uso de casco para ocultar su rostro, sin importar el testimonio de sus amigos que le dicen una y otra vez que es lindo) poseen pieles blancas como la leche. Desconozco la reacción de Aramis al sol pero intuyo que no puede ser favorable, sí puedo decir con certeza que Darth Vader y yo nos enrojecemos, nos quemamos, sufrimos y volvemos a nuestra blanca palidez (we skipped the light fandaaaaangoooo....).

Hoy nos dedicaremos al primero de los temas que nos competen: nuestra genialidad, nuestra groolness (Regina George, te amamos). Para hacer eso recurrimos al "Decálogo del perfecto blogger contemporáneo" (publicado en los tiempos en los que nosotras todavía creíamos en la galería Bond, lo juzgamos un artículo de avanzada) del señor Juan Terranova, que tenemos en alta estima principalmente porque creemos que es muy alto. En la primera oración, "Terra" hace uso del topos de la falsa modestia, y se lo perdonamos. Después pide buena publicidad (tendrá que conformarse con este humilde artículo) y finalmente nos brinda los consejos que funcionan para su blog, advirtiéndonos que para otro blog harán falta otros consejos. En ese momento nos preguntamos si debemos seguir leyendo pero nos reímos del peligro y lo hacemos sólo para explicarnos por qué somos tan geniales.

1. Escribir todos los días. La continuidad es la clave. Si no se renueva, los lectores lo dejan.

Heisenberg Not Dead hace lo posible para cumplir con esto pero el tiempo es tirano, aún en la internés. De cualquier manera, por el Principio de Incertidumbre de quien da el nombre a este blog nadie puede conocer la ubicación y la velocidad de los artículos publicados al mismo tiempo así que ¿para qué molestarse?

2. No ser excesivamente pulcro con la norma lingüística. Las faltas de ortografía, la desprolijidad sintáctica y esas cosas no le cuestan la vida a nadie. Se entiende que el blog es algo vivo, en constante movimiento, y que las palabras sin acento o mal tipeadas son las marcas de esa vida.

Como me dijo alguna vez Athos sobre muestras de desprolijidad y errores que debían ser remendados: considerálos las cicatrices de algo que está vivo. Pero Heisenberg Not Dead es muy perfeccionista, así que no acatamos este consejo tanto como deberíamos. Por si alguna vez nos faltó alguna tilde les dejo un par de repuesto: ´´´´´´´´.

3. Ser sintético. Ni breve ni extenso, sino sintético. (Los lectores de blogs siempre están apurados, aunque más no sea para ir a leer otros blogs.)

Creemos que somos sintéticos (y sintetizados) aunque algunos lectores presentaron quejas por la extensión de nuestros artículos. Si les parecen largos, que no los lean, que se vayan a leer la Ñ (detalle pseudo-iconoclasta de argentino de clase media intelectualoide promedio para mostrar que conocemos nuestro hábitat, que es peronista).

4. Segmentar el texto en pequeñas unidades autónomas y dinámicas, como hacen los diarios. Ayuda mucho a la lectura.

Creo que fue Quintiliano quien dijo que no se padece aquello cuya duración se conoce. También sabemos que no es traidor el que avisa, y que nuestros articulitos están hechos a la medida de quien los escribe así que, como no recuerdo si los dividimos en partes o no, voy a pasar al próximo consejo.

5. No pensar antes de escribir. Pensar apenas el tema y largarse a escribir. Si uno piensa mucho, no escribe nada.

No puedo hablar por todos pero yo siempre hago esto. Hasta me atrevo a decir que no pienso mientras escribo, ipso facto ustedes deben padecer este tipo de artículos. (Falsa modestia + sentido del humor = éxito)

6. Respetar cierto margen de calidad. Evitar los cuentos breves con remates inteligentes (casi siempre son tontos), evitar la indignación barata ("No me dejaron fumar en la sala de espera del dentista", etc), evitar la anécdota intrascendente (ponerla si se la escribe de forma bella).

No nos gusta la ficción (todo es ficción, creemos), explotamos la indignación que siempre cuesta caro y tira para rato y buscamos anécdotas intrascendentes. Terranova: con esto estamos en la vereda de enfrente.

7. Crear un estilo que aspire a propio, por ejemplo, en los títulos o en la temática.

Voy a dejar que el blog hable por sí mismo en esto.

8. Evitar la genialidad. Nunca se la consigue si se la busca. Y cuando se la consigue, dura lo que un pedo en una jaula.

¿Pero por qué somos tan geniales? (Gracias Puzzovio-Squirru-Giménez por tanta magia)

9. No desesperarse si no hay comentarios (los lectores están ahí, silenciosos) y tratar de no tomarse en serio los comentarios que dejen, sobre todo si son críticas.

Todos los días nos decimos esto. Aguardamos con la sabiduría de Miyagi (lado porno incluido) y cuando alguien nos critica (véase la Loca de Mierda) lo incorporamos a esta gran patronal familiar.

10. Contar la propia vida y la de los amigos. Casi siempre es ahí donde están las historias que valen la pena.

¿Me sonrojo?

La defensa descansa.