I love those J-I-N-G-L-E- bells o Por qué en época navideña experimento sentimientos encontrados
Navidad es una época de alegría, reunión, amor, regalos, comida y (sobre todo) pan dulce. Sin embargo me siento obligada a desarrollar mi estado de humor personal e invariable a lo largo de la semana que en teoría dura la época de las fiestas, pero en la realidad duran como un mes y medio.
Lo que tiene el lector que tener en claro es que no me molesta la Navidad. Es decir, la fiesta de Navidad no me molesta, la familia, la comida, los regalos, los fuegos artificiales. Puede que no sea de las cosas que más me gusten, depende el caso, y mis cyberblogoamigas lo van a entender siendo que conocen mi historia personal de las Fiestas, que dan para escribir no otro artículo, sino un libro entero o incluso se me ocurrió comercializarlas en forma de cómic. Pero no me molestan. Tampoco me molesta, como uno tendería a pensar, la hipocresía de tener que hacer de cuenta que nos gusta la familia y todo eso. Poruqe el mundo es hipócrita, pero en las fiestas, revientan todos los detectores de hipocresía, si es que el profesor Flink inventó alguno. Me resulta hasta simpático que dos personas que se odian durante todo un año, en Navidad se abrazan y se compran regalos.
Para decir algo a favor de la Navidad, dado que a esta altura deben estar pensando que me da igual con tendencia a que la odio, me parece una maravilla lo que producen en la gente. De pronto uno se vuelve más hospitalario, ofrece su casa para la cena, compra regalos, se va de presupuesto y no le importa, se reencuentra uno con gente que hace años que no ve, se alegra por las cosas buenas y nadie habla de las cosas malas, porque no importan. Eso en cuanto a los puntos a favor. Sin embargo hay algunas cosas que me hacen ruido, me raspan y me causan un malestar estomacal similar al peinado de Emilia Attias (hace mucho que no lo mencionaba, no?) que no se va con Uvasal doble acción doble alivio.
- Desde un mes y medio antes, los bazares ya no tienen más nada que no sean árboles de Navidad, bolas brillantes y velas rojas y verdes. Tanto es así que no pude conseguir una maceta para el cumpleaños de Atos en los primeros 10 bazares a los que fui. Las casas de ropa tienen super promociones del estilo de que si comprás más de 400 dólares te regalan un sobrecito de shampoo Dove que les vino en la revista Viva. Los shoppings abren hasta las 4 de la mañana y anuncian descuentos milagrosos que duran 2 minutos. Esto repercute directamente en el tránsito de la Av. Corrientes y no me deja dormir el sonido de las bocinas.
- En la televisión ya no se consiguen películas que no tengan que ver con la Navidad. Creo que vi El Grinch 30 veces en una semana, ni qué decir de Love Actually o El Descanso. La semana de Navidad, Friends pasó un especial con todos los capítulos de navidad, tal que en un mismo día vimos a Monica con el pelo largo hasta la cintura y seguidamente con un corte de pelo tipo Astroboy, pero eso sí, con el arbolito de fondo.
- Súbitamente encontramos pan dulce de 20 pesos, sidras de 10, champagnes de 60. Es indignante la capacidad de los comerciantes de aprovecharse del espíritu navideño de la gente, Porque nadie deja a sus invitados sin champagne. Igual eso me molesta de casi todas las fiestas, así que eso pende de un hilo.
- CUÁL ES CON LOS ARBOLITOS DE NAVIDAD BLANCOS? Alguien que le explique a la gente que vivimos del lado de la Navidad en VERANO, s'il vous plaît.
Esa es una pequeña muestra de mi idea de la Navidad. En suma, la Navidad es buena como momento, como fiesta, como espíritu. Pero me molesta todo lo relacionado con hacer de la Navidad un negocio. Ya sé que es inevitable. Ya sé que es lo que la gente espera. Pero me parece sucio, maloliente, de mal gusto. Y me parece que le da a la Navidad un tinte que no debería tener. La impurifica. Uy. Creo que me volví budista.
Lo que tiene el lector que tener en claro es que no me molesta la Navidad. Es decir, la fiesta de Navidad no me molesta, la familia, la comida, los regalos, los fuegos artificiales. Puede que no sea de las cosas que más me gusten, depende el caso, y mis cyberblogoamigas lo van a entender siendo que conocen mi historia personal de las Fiestas, que dan para escribir no otro artículo, sino un libro entero o incluso se me ocurrió comercializarlas en forma de cómic. Pero no me molestan. Tampoco me molesta, como uno tendería a pensar, la hipocresía de tener que hacer de cuenta que nos gusta la familia y todo eso. Poruqe el mundo es hipócrita, pero en las fiestas, revientan todos los detectores de hipocresía, si es que el profesor Flink inventó alguno. Me resulta hasta simpático que dos personas que se odian durante todo un año, en Navidad se abrazan y se compran regalos.
Para decir algo a favor de la Navidad, dado que a esta altura deben estar pensando que me da igual con tendencia a que la odio, me parece una maravilla lo que producen en la gente. De pronto uno se vuelve más hospitalario, ofrece su casa para la cena, compra regalos, se va de presupuesto y no le importa, se reencuentra uno con gente que hace años que no ve, se alegra por las cosas buenas y nadie habla de las cosas malas, porque no importan. Eso en cuanto a los puntos a favor. Sin embargo hay algunas cosas que me hacen ruido, me raspan y me causan un malestar estomacal similar al peinado de Emilia Attias (hace mucho que no lo mencionaba, no?) que no se va con Uvasal doble acción doble alivio.
- Desde un mes y medio antes, los bazares ya no tienen más nada que no sean árboles de Navidad, bolas brillantes y velas rojas y verdes. Tanto es así que no pude conseguir una maceta para el cumpleaños de Atos en los primeros 10 bazares a los que fui. Las casas de ropa tienen super promociones del estilo de que si comprás más de 400 dólares te regalan un sobrecito de shampoo Dove que les vino en la revista Viva. Los shoppings abren hasta las 4 de la mañana y anuncian descuentos milagrosos que duran 2 minutos. Esto repercute directamente en el tránsito de la Av. Corrientes y no me deja dormir el sonido de las bocinas.
- En la televisión ya no se consiguen películas que no tengan que ver con la Navidad. Creo que vi El Grinch 30 veces en una semana, ni qué decir de Love Actually o El Descanso. La semana de Navidad, Friends pasó un especial con todos los capítulos de navidad, tal que en un mismo día vimos a Monica con el pelo largo hasta la cintura y seguidamente con un corte de pelo tipo Astroboy, pero eso sí, con el arbolito de fondo.
- Súbitamente encontramos pan dulce de 20 pesos, sidras de 10, champagnes de 60. Es indignante la capacidad de los comerciantes de aprovecharse del espíritu navideño de la gente, Porque nadie deja a sus invitados sin champagne. Igual eso me molesta de casi todas las fiestas, así que eso pende de un hilo.
- CUÁL ES CON LOS ARBOLITOS DE NAVIDAD BLANCOS? Alguien que le explique a la gente que vivimos del lado de la Navidad en VERANO, s'il vous plaît.
Esa es una pequeña muestra de mi idea de la Navidad. En suma, la Navidad es buena como momento, como fiesta, como espíritu. Pero me molesta todo lo relacionado con hacer de la Navidad un negocio. Ya sé que es inevitable. Ya sé que es lo que la gente espera. Pero me parece sucio, maloliente, de mal gusto. Y me parece que le da a la Navidad un tinte que no debería tener. La impurifica. Uy. Creo que me volví budista.
al ritmo de la canción de meme: "soy" "un" "budista"
ResponderEliminarestoy de acuerdo con usted en casi todo lo que dice, primera ministra (?). pero me doy el lujo de discrepar en un pequeño punto: a mí me gusta que todo esté acomodado a la navidad, todos los bazares, todos los negocios, todos los bares. aún cuando esa decoración es simplemente guirnaldas rojas y nieve falsa: máxima ridiculez en la historia del hemisferio sur desde que colón desembarcó en el continente que nos reúne y los pobladores originarios se cagaron de la risa de sus calzas. a mí me gustan las cosas lindas, y las luces son una de ellas.
por eso anuncio vía blog mi proyecto para año nuevo: PODEMOS IR EL 31/01/02 A ALGÚN LUGAR LINDO? SI NO PISAMOS UN LUGAR ABSOLUTAMENTE HERMOSO VOY A MORIR DE LA FURIA.
sin más, atte.
shkova
p.d.: las canciones navideñas me pueden. las películas también. sólo que me abstengo en época de navidad porque me hacen ver la distancia entre mi navidad soñada y la que me tocó tener. sniff. soy un miserable.
yo no me reuno con gente que odio ni la invito a mi casa. es casi como otra reunión pero con el matambre riquísimo de mamá y más sidra de lo habitual (incluso, la marca de supermercados Dia que es horrible y encima se llama Señorío de Ondas:¿cuál es?). a mí me gusta la piel de la mujer, digo, la Navidad. Y Pan Dulce como todo el año. Igual, odio los árboles blancos, en eso coincido.
ResponderEliminarbesos navideños (me parece que no entendí nada, no?)