What's up, Dr. Who o cómo autoexcluirse de sus propias amistades

Aramis y Porthos son exacerbadamente fanáticas de Dr. Who y esto ya es sabido por nuestros queridos lectores. Fue así que decidieron introducirme en ese fabuloso mundo (según ellas) de viajes en el tiempo. Sin duda, yo teóricamente no podría haberme resistido ante semejante panorama:

 Acento inglés
 Promesa de hombre sensual (Porthos afirma que superior a Obi Wan, comentario que desde el mismo momento que llegó a mis oídos me puso a la defensiva)
 Viajes en el tiempo

¿Qué más le puedo pedir a una noche de verano? Verdaderamente tenía expectativas de entrar en ese universo paralelo y poder entender las conversaciones de mis amigos dementores. Y llegó el momento de la verdad. Vale aclarar que yo estaba verdaderamente cansada, que tenía sueño y que mi día –con menos de cuatro horas de dormir, mucho calor y una hora y media en el 168- no había sido óptimo. Pero la promesa de Dr. Who me mantuvo en pie, además de una rica cena, buena compañía y un hogareño kirchnerismo que me hacía sentir como en casa, esperando el informe del Dakar de Canal 7. El ambiente, en otras palabras, era muy favorable para la iniciación.
Pero pasó algo, como bien dijo la loca de mierda (¿será loka?). Pasó lo que había temido toda la tarde: me quedé dormida en dos momentos de la serie. Sólo vi 3 capítulos (y digo tres generosamente) y no me enganché. Ni el Doctor me pareció tan sexy ni las aventuras de él con Rose tan geniales. Pero lo de sexy es poco relevante porque si la serie te engancha, tarde o temprano te parece lindo hasta su zapato izquierdo. El problema está en que no hubo enganche. El capítulo de Dickens con esos espíritus celestes dando vueltas por todas partes me pareció el peor de los tres, me aburrió y me remitió a una horrible serie noventosa llamada Masters of horror. Y ahí me dormí más profundamente. Rose, no obstante, estaba más linda en ese capítulo que en los anteriores por alguna razón y hasta me simpatizó un poco. Y el Doctor me cae simpático.

La pregunta es ¿por qué no me gustó Dr. Who? ¿será, doctor, que esto me pasa sólo a mí? ¿será que no estaba bien predispuesta para adorar a esa mítica serie? ¿el comentario de Obi Wan fue, además de falso, tan desafortunado? Ayúdame, Freud.

Es difícil ver una serie, una película o leer un libro que para otra persona es como una religión y que es de lo que mayormente habla cuando se junta con otros adeptos de ese mismo tema. Es decir, uno siente una curiosidad enorme por saber qué tiene ese libro o esa peli o esa serie que a personas que tenemos en alta estima tanto les fascina. Y cuando llega el momento, todas las expectativas se agolpan para dar cuenta de cuán buena es en realidad la cosa. Me pasó con Love actually, en la cual me iniciaron estos mismos dementores y el resultado no fue como en Dr. Who sino que fue exitoso por demás. Pero Dr. Who, que en mi mente era un programa casi científico en cuanto a sus explicaciones o mitológico como el mundo de Tolkien, no me convenció, no me vendió la misión del Doctor, no me vendió a la chica común que un día cambia su vida, no me convenció esa convención con seres raros que me hizo acordar a Star Wars pero más decadente y ridiculizado. No me convenció y eso no me gusta porque yo tenía ganas de entrar y romper esas barreras que me hacían una ilustre ignorante del mundo whoniano. Quería entrar pero esas lágrimas del Dr. cuando habla con la mujer de la cosa verde pseudo corteza del árbol en la cabeza sobre su desaparecido planeta no me convencen. Los cabos sueltos. Y me puse a pensar que en otras series con cabos sueltos o cosas difíciles de creer yo no me cuestiono tantas cosas de entrada. Mi ejemplo más claro es Heroes. ¿O acaso Hiro es sexy? Por eso pienso que yo misma me boicoteé mi no-gusto por Dr. Who y que debo verlo sin tantas expectativas ni preconceptos. Supongo que no me debo dar por vencida y debo entrar en su mundo pero la próxima vez que lo vea lo haré –si consigo que me presten la primera temporada- con alguien más neutral aunque más critico a la vez: mi hermano. Así que, Porthos o Aramis, si me quieren hacer un favor y prestarme la serie –y evitar que mi destino sea la mediocridad de arrojarme desde Abasto Towers o estar vacía por dentro-, les estaré eternamente agradecida. Si ni de esa manera puedo ingresar a ese, su mundo, y sus efectos visuales, a mi entender, chotos, me veré excluyida de una parte de sus vidas. Lamento haberlas decepcionado. Pero mi cabeza, mordiendo el polvo, seguirá vociferando para ver si en una de esas, y guardando las esperanzas, puede ser parte también de este Dr. Who que es como el rayo que no cesa.

Comentarios

  1. Como representante oficial de la BBC en el Hemisferio Sur, puedo prestarte la primera temporada y, si lo juzgás prudente, las demás temporadas también. Está bien, entiendo que el comentario sobre Obi-Wan fue ambicioso, como mínimo, lo supe en cuanto Aramis abrió grandes los ojos pero yo lo creo así y abro las puertas al debate. Lo que me sorprende es que un alienígena de 904 años fanático de Dickens no te conmueva. Te perdono (un poco) por decir que en mi casa habita un hogareño kirchnerismo y por soportar mi momento Dakar.
    Para demostrar mi compromiso con esta causa, una pequeña confesión: cuando miro los episodios de Dr. Who sola, lloro. Lloro como un bebé (en los últimos 20 minutos) por lo bueno y lo malo. Pero sólo cuando estoy sola, cuando hay compañía se me humedecen los ojos y lo disimulo rascándome el lagrimal. Y vos sabés mejor que nadie que yo nunca lloro.
    Pero supongo que habrá que esperar para tu veredicto oficial porque como dice Ood Sigma: se termina la canción pero nunca la historia.

    Doctor: machos somos todos pero hombres hay pocos. Y alienígenas menos. No te mueras nunca, podés estacionar la TARDIS en mi cuadra.

    ResponderEliminar
  2. acepto temporadas porque me gustan los desafíos (?). y agradezco que no seas tan dura con este dementor amateur.

    ResponderEliminar
  3. lo que me dolió, athos, fue cuando te dije que después es Barty Crouch Jr. y vos pusiste mueca de asco. no me importa. yo vi el último capítulo y casi muero. y porthos, yo también lloro. en episodios emblemáticos, lloro. parafraseando a los publicistas de sprite de hace largo tiempo: ¿Habremos hecho algo mal?

    ResponderEliminar
  4. cierto, feo lo de barty crouch jr. adam monroe estuvo en gilmore girls y nadie se lo reprocha, y además se hace el capo porque conoció a claude, que en realidad es el doctor.

    una pregunta digna de estudio de gènero (que algún día voy a responder): ¿por qué los hombres quieren ser el doctor y las mujeres quieren ser acompañantes? (russell t. davies es la excepción)

    ResponderEliminar
  5. porque ambos, Doctor y acompañante (salvo Martha Jones, grrr, estúpida) son geniales. los hombres quieren ser capos, sensuales y graciosos y tener al lado a Rose Tyler que es un camión con acoplado y tiene esa mueca de ponerse la lengua contra los dientes y sonreír como una zorra; y las mujeres quieren ser la que sonríe como zorra y vivir con un sujeto capo, sensual y divertido. poruqe vamos, es genial ser genial, pero es más genial ser genial y tener al lado a alguien genial. yo me muero por que el Doctor me mire con cara de niño pequeño y me explique el sentido de la vida en medio minuto. y eso que no me importa ser una zorra.
    chicos, hasta el más cínico quiere que el Doctor se venga loco cuando se acuerda de una. es el Doctor.



    en otras noticias, y para todos los que lo miran por tv, this being El Toro de Minos, creo que D.T. está en estos momentos ganándole a C.E. por muy poco igual. me siento traidora.

    ResponderEliminar
  6. harriet jones: me place tu respuesta pero a mí también me gustaría tener una amiga como rose o como donna, y para tener eso debería ser el doctor. pero la sonrisita de la lengua contra los dientes casi casi que me hace eyacular ultraprecozmente, es irresistible. pero también es cierto que yo quiero que CE me rescate y me sonría como un nene (antes de irse a jugar con los bloques), y quiero que DT se ría con mis chistes como se reía con los de rose (esa cosita que hacen que acercan las narices y se rían). ahora me doy cuenta de que la posta es ser:
    a) rose tyler, con la yapa de captain jack
    b)captain jack, que está con todos y de paso es hermoso.

    ahora sí: DT le gana (por muuuuy poquito) a CE porque a él lo vimos llorar, enamorarse de madame de pompadour, llorar, enojarse con esa cejita levantada que hace temblar las rodillas hasta del que no tiene piernas, llorar, amar a rose, llorar, hacer chistes, citar al rey león y a kylie minogue. pero mirá the empty child, pensá en CE mandando a todos los timelords (incluidos los sensuales de the master y timothy dalton) al infierno y decíme si no temblás de placer. lo que importa es que se viene MT y yo ya no puedo parar de suspirar de sólo mirar el trailer, este hombre nos va a matar con su corbata de moño, su pelo, su voz y su pecho (sí, ya le examiné el pecho) así que mejor es decir que los queremos a todos y a que a ninguno le cerramos la puerta en la cara.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Periodismo independiente. Periodismo de investigación. ¿Dónde tenés la custodia?

No será el mago de Oz, PERO…

Otro eslabón del pedigrí