Come with us now on a journey through time and space.

Creo que era hora de rendir un justo homenaje a gente que es casi como nosotros, que se dedican a lo mismo que nosotros, pero que son infinitamente más lindos y mejores, empezaron antes que nosotros y salen en la tele. Estamos hablando de The Mighty Boosh, claro. Todo comenzó una noche de verano, tres de los cuatro estábamos tirados como las vacas al sol que sabemos que somos, uno de los tres estaba durmiendo, y los restantes dos hacíamos un zapping frenético hacia la libertad. De pronto me posé sobre I.Sat y Porthos me dijo que le parecía super sensual Noel Fielding. Le puse mi mejor cara de "Pero... ¿qué?" y me dijo, el protagonista de The Mighty Boosh. Le volví a poner cara de "Pero... ¿qué?" y me dijo "Eso que están dando ahora". Entonces recordé haber visto un episodio en la tele a la madrugada sobre cocos (más tarde lo llamaremos "The nightmare of Milky Joe") y había pensado que era una boludez, pero que el morocho del pelo extraño era, en efecto, super sensual. Nos miramos. Nos dimos cuenta de que sí. Nos sentimos tristes. Nos pasaron muchas otras cosas y decidimos bajárnoslo, para ver qué onda.
Desde el momento en el cual empecé a ver el primer capítulo (que por motivos de formato fue el primero de la segunda temporada), no paré de morir de la risa. Cualquier cosa vale en el mundo de The Mighty Boosh. Desde un hombre adicto a la moda, pasando por un gorila que habla, un perdedor amante del jazz, un chaman que le da la espalda a la gente con una música muy graciosa, y esta joyita de la música contemporánea: señoras, señores, Sammy the Crab, les presento al Crimping!



Pero estos hombres no son sólo un show de televisión. De hecho, eso es lo que menos son. Primero que todo, fueron un par de boludos que hacían boludeces. Después fueron un grupo de boludos que hacían boludeces con público. Con mucho público. Después decidieron hacer un programa de radio, y así nació la idea del Zooniverse: los personajes trabajaban en un zoológico delirante en el que pasa una gran cantidad de cosas incomprensibles, la gran mayoría gracias al aporte de Rich Fulcher, un hombre genuinamente demente. Luego hicieron giras por el Reino Unido y Estados Unidos. Hicieron el show de televisión. Hicieron un libro. Tienen una página de internet de la cual saco las mejores excusas para una impuntualidad o una inasistencia. Ahora, cada vez que dan un show, no hay una sola persona entre la audiencia que no esté disfrazada.
Lo mejor que tienen es que son extra berretas, y que en realidad, ver un capítulo del show de televisión es ver media hora de la vida de esta gente. Salvo pore la parte en la que aparecen zorros adictos al crack, un comité de chamanes que siempre encuentran una razón para emborracharse, una luna completamente fumada y un demonio que es una vieja cuyo modo de aterrorizar es tejer una bufanda que te envuelve hasta paralizarte.



Noel Fielding y Dave Brown se encargan de la animación y la dirección de arte. Julian Barratt hace la música. El actor que hace de chamán es Michael Fielding, que, a pesar de medir 1.55 m y sesear, es completamente adorable. Rich Fulcher, ya dijimos, está loco. No, no es sólo el personaje.



Por eso los queremos. Son (casi todos) altos, hermosos, británicos, completamente deschavetados y lo que nos gustaría ser si fuéramos un poquito más ridículas. Se podría decir que son una fuente de inspiración, para ahondar un camino que ya habíamos marcado desde antes de saber de su existencia y genialidad. Les agradecemos por demostrarnos que se puede. Les mandamos besos en las patillas. Le pedimos a Noel Fielding su collar de Legos y les advertimos que LOS VAMOS A IR A BUSCAR.