Baby, come back: tribulaciones, lamentos y ocaso de un noticiero nada imaginario

Voy a aprovechar este espacio multitudinario para hacer público un deseo que hace tiempo que viene albergándose en el seno de mi familia, transformándose ya en exigencia, reclamo y denuncia al mismo tiempo: FERNANDO ALONSO, VOLVÉ A VISIÓN 7 MEDIANOCHE.

Ismael Serrano diría que ya nada es lo que era y es muy cierto. Ahora que se modernizó el noticiero (en todas sus ediciones) y que te pasan esa música típica de la sección de deportes mientras te hablan de Maradona en la presentación de un libro o las nuevas obras en la ruta 201,etc., parece que ciertos elementos se han vuelto prescindibles. ¿Dónde está Fernando Alonso? Me pregunto lo que Los Nocheros, ¿qué será de ti? ¿por dónde andarás?. Quizá esté detrás de cámara, quizá se haya ido para siempre –la boca, o la mano, se me haga a un lao-. Lo cierto es que esa atmósfera íntima y tranquila que significaban las noticias después de Ciega a citas se ha difuminado y ahora, en medio de esta hiperactividad noticiosa, me siento aturdida, casi en un estado de anomia y hasta un poco nostálgica, como la Tía Emily, faceta inventada por un profesor de luengas barbas para referirse a Durkheim –y no es el barba, últimamente recurrente-.
Non solum “Fer” no conduce el noticiero, sed etiam lo conducen dos personas. Es decir, pasamos de la bilateral relación a un desbande sin centro posible porque “Roberto” y “ Agustina” hacen que me sienta como un camaleón, desviando mi mirada entre los dos polos. Roberto, el colorado, tiene cara de niño bien por lo que me desconcierta al hablarme de Larosa incursionando en el ministerio de economía a las 23.45 hs. No es que me caiga mal pero lo preferiría a las 21 o en otro momento del día, como era antes. Y Agustina, a la que yo ya venía escuchando en la radio, me asusta porque es extremadamente dinámica y hasta un poco agresiva, por lo que no me resulta grato verla a esa hora, luego de un arduo día. Además, todo se ha vuelto como más popu. Con Fernando se mantenía esa onda un poco más under que volvía tan íntima la situación comunicativa. De repente, todo se volvió más serio. Ya no puedo pensar en Fernando como el mítico conductor del noticiero que encarna Arjona en una de sus canciones (Este es el noticiero de la mañana, el único que dice lo que le da la gana). Ya no es cuestión de mulas: mi viejo noticiero ya no es lo que era, ya no es lo que era, ya no es lo que era. Los únicos que quedan en pie son Nadia y Pablo Tiburzi.

Resumiendo –que se pasa el arroz-, apelo a este medio masivo y moderno para expresar mi consternación al respecto y pedir, gritar a los cuatro vientos, Fernando, come back. A pesar de que nunca te fuiste.

Comentarios

  1. Pienso en canal 7 y se me pianta un lagrimón. Ya no lo soporto más, necesito Estudio País 24 (que encima este año es del Bicentenario!). Mi pantalla promete "muy pronto" pero a mí no me alcanza, ya no puedo mirar Cocineros Argentinos sin sentir vacío en el estómago, y no es sólo por el hambre. Jáuregui, como dijeran los Jackson Five: I want you back.

    (Perdón por dar rienda libre a mis sentimientos, Bruno, pero en mi pecho late una flor de fuego. Me encantó el artículo, dicho sea de paso.)

    ResponderEliminar
  2. pero, querido toro, para eso estamos:para dar rienda suelta a nuestros deseos y reclamos! yo creo que ese muy pronto es sumamente materializable. así que, como dice drexler, la vida cabe en un click: preparáte porque tus días de abstinencia están por acabarse.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Periodismo independiente. Periodismo de investigación. ¿Dónde tenés la custodia?

No será el mago de Oz, PERO…

Otro eslabón del pedigrí