Bunny & the Bull: that's a nice tnetennba

What is a shoe?
Hay algo mágico y misterioso del momento en el cual uno está frente a algo maravilloso (una pintura, una película, un disco, un Bicentenario) y apenas puede levantar el cuerpo de tanta contradicción que carga. La contradicción de sentirse contento y aterrado a la vez: contento porque por fin, entre tanto amor descartable, uno ha encontrado algo que importa y aterrado porque uno sabe que eventualmente eso va a terminar o uno se va a acostumbrar. En la era ya no sólo del DVD, sino del Blu-ray, del .avi, del Tivo, etc decir "busco calor en esa imagen de video" es algo anacrónico, pero no por eso menos cierto. Hacía tiempo que buscaba "algo que sacuda mi cabeza" y lo encontré el sábado pasado. Sin muchas ganas, me puse a ver "Bunny & the Bull". Sin muchas ganas porque a) el trailer no me gustó mucho, b) Paul King no me parecía semejante promesa del séptimo arte, c) todas las críticas que había leído decían que la película era aburrida e intentaba (pero no podía) ser una adaptación cinematográfica de The Mighty Boosh. Apenas habían pasado diez minutos y yo ya sabía que esta película era mucho más que eso. No quiero espantar a los estudiantes de cine con afirmaciones grandilocuentes pero.... Paul King es la salvación del cine británico. Y con eso quiero decir: Paul King es mejor que Terry Gilliam. Y con eso también quiero decir: ¿qué onda que en el BAFICI no se trajo esta película?
La película es lo que ahora la gente moderna llama una bromantic comedy, sólo que no es necesariamente una comedia, y no es sólo una historia de amor entre amigos. Lo que en la primera media hora parece una sencilla road movie (algunos llaman a este tipo de películas buddy movies, pero ese rótulo hace estallar el boludómetro así que lo voy a ignorar) rápidamente se convierte en algo más oscuro, más complejo y más honesto. La cosa es así: Stephen Turnbull (interpretado por el precioso y sorprendentemente talentoso Ed Hogg) es agorafóbico. Stephen Turnbull pasa las horas solo, en su departamento, siguiendo una rutina enfermiza llena de pequeñas compulsiones (como clasificar y archivar la orina y el hilo dental usado cada mañana). La mañana que nos concierne algo rompe con la rutina de Stephen (unas ratitas simpáticas) y el cambio de rutina que empieza como un simple pedido a domicilio al restaurant Captain Crab (la voz de Rich Fulcher del otro lado del tubo es de lo más gracioso) se convierte en....bueno, en el resto de la película. A lo largo de la película, vemos intercaladas escenas de Stephen en bata en su departamento y escenas de un viaje que hizo hace poco más de un año con su amigo Bunny (interpretado por Simon Farnaby) por Europa. Las escenas empiezan con una comicidad un poco tristona (después de todo son ingleses) como los viajes por los museos (Richard Ayoade diciendo que un ski es un "bifurcated sled", impagable), un montón de apuestas, el encuentro con una chica española en Polonia (que luego será la noche de Bunny y el amor de Stephen), una noche con un suizo (Julian Barratt) que tiene un extraño cariño hacia sus perros y finalmente, la Fiesta en España, el beso con Eloísa (la jovencita española interpretada por la culposamente encantadora Verónica Echegui) y la apuesta final de Bunny: enfrentarse a un toro. Las confrontaciones entre el borracho y mujeriego Bunny y el introvertido e inocente Stephen se vuelven cada vez más violentas, hasta que la situación estalla. En el mismo punto de la narración (?), vemos cómo Bunny le arruina la vida a Stephen en el viaje y en su casa, atormentándolo en lo que ahora claramente son alucinaciones. En una escena realizada con envidiable ingenio (alfombras persas, cajas de cartón y utensilios de cocina reemplazan el campo, la noche y un toro), se resuelve el asunto. Para redimirse, Bunny decide llevar su apuesta a las últimas consecuencias y enfrentarse a un toro. Bunny muere. Sólo y borracho en los brazos de Stephen, Bunny se muere desangrado. Ahora entendemos: los últimos cien minutos fueron una mañana en que Stephen llegó al extremo de su locura y reelaboró el hecho traumático que lo obligó a confinarse en su departamento sucio y viejo durante más de un año. En una escena final que conmueve al espectador más duro (id est a mí), el fantasma de Bunny alienta a Stephen a volver a España a buscar a Eloísa, el amor de su vida. Lo último que vemos es el triunfo de Stephen: abrir la puerta de calle.
Quizás esto no fue suficiente (nada lo es) para explicar la singular belleza de la película. Además de la entrañable historia de dos amigos (chiquita pero efectiva), el debut cinematográfico de Paul King (que se luce en una excelente dirección y en un perfecto guión) cuenta con una exquisita banda de sonido en manos de Ralfe Band (fundamental para ponernos a tono con el aire "europeo" que tiene la película) y una infinidad de logros visuales. La estética de King (cuyo germen vemos en los azules más azules de los cielos y las tierras rojas y las arenas doradas de "The Mighty Boosh") nos lleva a los lugares más impensados, desde paisajes hechos con fotos, hasta casas construidas con libros pasando por estaciones de fotogramas, fuegos y nevadas de papelitos de colores, hielos de film de cocina y rutas encerradas en bolas de nieve turísticas para recrear choques en stop-motion. Por ser de lo mejorcito de la nueva camada (una de ellas) de alternative comedians británicos, al jovencísimo Paul King le pongo todas las fichas. ¿Y al film? A la película le doy 6,023 . 10 ^23 (un mol de) "Sócrates es un gato".
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ResponderEliminarSaludos Narrador!, acabo por estos parajes intentando encontrar el ost de esta pelicula y es que se pone cada vez mas dificil...sobre todo sino eres miembro de'x' sitios a la que puedes acceder mediante previo 'dudoso' pago.
ResponderEliminarHace unos dias ví esta pelicula y sí que es cierto que es algo no muy visto..o bueno es un film muy mimado,muy detallista,muy para verlo más de una vez.
La encontre asi de casualidad,en tus palabras describes muy bien ese ansia de ver algo nuevo, algo que te despierte y que sea digno de recordarse.
No conocía nada de Paul king, ni la tan nombrada The mighty boosh, asi que recibi esta pelicula sin ningun tipo de preámbulos o con posibilidad de comparaciones...todo limpio; aunque claro...si estas habituado a ver peliculas, siempre te vienen titulos o directores a la cabeza.
Lo unico que se me ocurrió fue Michel Gondry y su ciencia del sueño,por lo preciosista que resulta todo, todos los detalles, la imagineria que a ratos parece excesiva pero que en realidad nunca te cansas de ver.
Otro director con el que halle similitudes fue Jeunet y su delicatessen, no por la atmosfera que no tiene punto de comparacion, sino por la introducción...la parte en que te enseña todo el elenco que forma parte de la pelicula...logra que cada objeto tenga un significado...como el reloj de despertador de Stephen con el nombre de Paul king.
Ya veo que he escrito poco más de lo que esperaba.
Me alegra encontrar este tipo de crítica.
Hasta otra.(Lo siento por las entradas eliminadas, tenía problemas a la hora de publicar un comment)