Retiro (in)voluntario
Estoy enferma, hace tres días que no me saco el pijama y hoy terminé viendo la película de Sex and the City. Si alguien quisiera pensar cómo matarse de 50 formas diferentes y encima ordenar esas formas alfabéticamente, créanme que esa persona sería yo. Pero me duele la cabeza. En fin, se preguntará la querida audiencia cuál es el secreto para seguir viva y escribir algo, como sea, para este maravilloso espacio virtual. Hagamos una lista.
1. Me acuesto en la cama porque no quiero caminar hasta el comedor. Por lo tanto, mientras estoy tirada como una oruga (o como diría mi hermano, una Víctoruga), lo único que hago es escuchar música: Sabina o Drexler, y de esa manera me preparo mentalmente para el día en que con otro dementor y un tercero vayamos al Gran Rex a ver al uruguayo, aunque sea un Burgués capitalista (porque al final “love is the thing” como dicen en Sex and the City…MÁTENME).
2. Intento no ponerme molesta cuando mi hermano come el chocolate en rama que trajo mi tía porque, no lo comenté, pero perdí el sentido gustativo y es lo mismo comer un pancho que un morrón o tomar jugo chileno, salvando el estado de agregación.
3. Miro The Mighty Boosh hasta el cansancio y me pregunto cómo hacen ciertas personas para ser tan geniales. También miro Capusotto pero sólo los lunes no me alcanza. Miro además Canal 7, desde Amar en tiempos revueltos hasta la reciente La mejor juventud. Obviamente, vi Eva Perón, y se la dedico a nuestro comentarista viajero que nació el mismo día que murió Evita. Dedos en V en sus casas, lectores.
4. Nos reímos con mi hermano, que hace unos días estuvo igual que yo, de cualquier cosa. No sé si fui clara: DE CUALQUIER COSA. Estamos convencidos de que es culpa del Tafirol. Somos patéticos.
5. Tengo puesto una chalina fucsia y muy gruesa en este momento que, para cualquier desprevenido, sería el símbolo mismo del PAMI. Qué suerte que mis amigos dementores y Darth Vader no me observan en este estado.
Esas son mis cinco actividades casi metabólicas. Te pregunto, Fito, ¿tres días en la vida nunca vienen nada mal? Me respondo con una canción de Ataque: ANDÁ A LA PUTA QUE TE PARIÓ.
Y por si fuera poco, hoy deportaron a una abuela argentina desde España y es la segunda vez en un mes. Es decir, VEJAN CONSTANTEMENTE A LOS ABUELOS. No sólo yo ayer lloré, me enfermé por eso, sólo que recién ahora lo comprendo. Lilita, seguí marcándonos el camino. Yo ahora me voy, porque como ella, como Elisa, no quiero hablar. Voy a estar siempre, pero no quiero hablar. Hasta la próxima, lectores. Por cierto, Lili, ¿qué pasa con el 16.9 para los abuelos? Pensálo.
1. Me acuesto en la cama porque no quiero caminar hasta el comedor. Por lo tanto, mientras estoy tirada como una oruga (o como diría mi hermano, una Víctoruga), lo único que hago es escuchar música: Sabina o Drexler, y de esa manera me preparo mentalmente para el día en que con otro dementor y un tercero vayamos al Gran Rex a ver al uruguayo, aunque sea un Burgués capitalista (porque al final “love is the thing” como dicen en Sex and the City…MÁTENME).
2. Intento no ponerme molesta cuando mi hermano come el chocolate en rama que trajo mi tía porque, no lo comenté, pero perdí el sentido gustativo y es lo mismo comer un pancho que un morrón o tomar jugo chileno, salvando el estado de agregación.
3. Miro The Mighty Boosh hasta el cansancio y me pregunto cómo hacen ciertas personas para ser tan geniales. También miro Capusotto pero sólo los lunes no me alcanza. Miro además Canal 7, desde Amar en tiempos revueltos hasta la reciente La mejor juventud. Obviamente, vi Eva Perón, y se la dedico a nuestro comentarista viajero que nació el mismo día que murió Evita. Dedos en V en sus casas, lectores.
4. Nos reímos con mi hermano, que hace unos días estuvo igual que yo, de cualquier cosa. No sé si fui clara: DE CUALQUIER COSA. Estamos convencidos de que es culpa del Tafirol. Somos patéticos.
5. Tengo puesto una chalina fucsia y muy gruesa en este momento que, para cualquier desprevenido, sería el símbolo mismo del PAMI. Qué suerte que mis amigos dementores y Darth Vader no me observan en este estado.
Esas son mis cinco actividades casi metabólicas. Te pregunto, Fito, ¿tres días en la vida nunca vienen nada mal? Me respondo con una canción de Ataque: ANDÁ A LA PUTA QUE TE PARIÓ.
Y por si fuera poco, hoy deportaron a una abuela argentina desde España y es la segunda vez en un mes. Es decir, VEJAN CONSTANTEMENTE A LOS ABUELOS. No sólo yo ayer lloré, me enfermé por eso, sólo que recién ahora lo comprendo. Lilita, seguí marcándonos el camino. Yo ahora me voy, porque como ella, como Elisa, no quiero hablar. Voy a estar siempre, pero no quiero hablar. Hasta la próxima, lectores. Por cierto, Lili, ¿qué pasa con el 16.9 para los abuelos? Pensálo.
bruni capaz sería un buen momento para escuchar el super dividí recontra guachiguau que te hice. no sé vos evalualo. mejorate querido tenemos una transacción que completar, y una casa de té que visitar. salu2
ResponderEliminarUnas acotaciones nomás (ya hablo como panelista de 678):
ResponderEliminar-a no menospreciar el jugo chileno, es un brebaje harto estimulante
-ver The Mighty Boosh está muy bien, ya te llevaré la tercera temporada
-no te preocupes por la chalina, yo vivo en estado PAMI. Tomo té de tilo para bajar el estrés y todo.
-nos vemos este viernes :)
-Martin Freeman es un dios sensual.
MARTIN FREEMAN ES EL DIOS DEL SEXO
ResponderEliminarJjajajaja, VICTORUGA.
ResponderEliminarTu hermano es un genio.