Viaje desde el centro de la Tierra
¿Qué podemos decir que los medios no nos hayan dicho? Ah, cierto que somos un medio. Aunque en clara desventaja porque nuestros sueños monopólicos se han ido por un caño. ¡Justo nos toca el modelo nacional y popular, qué va a ser! Pero volviendo, sin haberme ido, este artículo es por los mineros de Chile y, fundamentalmente, para ellos.
En estas últimas semanas, no ha faltado en ningún momento aunque mal no sea un cuadradito apartado, un nanosegundo, una mirada de compasión y apoyo de los conductores de noticieros dedicado a los ¡chi-chi-chi, le-le-le, mineros de chile! Es que son una institución, como los uruguayos de Viven. Un ícono que aunque ahora nos conmociona, en realidad, pasada la euforia de la “misión cumplida”, debería hacernos pensar (más a ellos) en el estado de la minería en Chile. Si Sebastián los ha abrazado enérgicamente –soltando un “viva Chile, mierda” en público-, que los abrace en serio, con un control efectivo y real de las condiciones en las que trabajan, duras per se pero históricamente infrahumanas y, como todo lo histórico, sujetas al cambio. Esperemos un cambio positivo, esperemos este hito no sea tan sólo una anécdota, una épica historia de los “héroes” chilenos. En la marquesina que se desplaza debajo de Visión 7, había una frase (nunca tan cierta) que fue escrita en la Plaza de Armas de Copiapó: fuerza, mineros de Chile y ahora, a luchar por sus derechos.
Cobertura mediática envidiada por The Truman Show. Es que a un observador atento no se le escapa el cambio en la expresión de Agustina o de Roberto (conductores de Visión 7 edición central, precisamente), el brillo en los ojos, el genuino sentimiento empático en el antes que nada ser humano Giordano, muerto de frío en los alrededores de la mina. Con mayor cobertura que la cadena nacional, el rescate (¿quién no estuvo a las 00.10 viendo a Florencio Ávalos saliendo en una cápsula a lo Ray Bradbury del centro de la tierra?) fue seguido segundo a segundo por la cadena pública chilena –por decreto presidencial, la única habilitada, con más rating que Tinelli, seguramente-. El minero ahora dice que quiere ser camarógrafo, ya que él filmó lo que sucedía bajo tierra en esos 69 días. Casi como la cigarra de María Elena Walsh. Yo no sé qué puedo decir que eche algo de luz, que innove, que haga justicia a lo que sucedió. Puedo asegurar que con mi madre sentimos en el vientre una alegría y un alivio increíbles por la salida de los mineros, por el acortamiento del tiempo estimado, por el valor de los rescatistas. Era como presenciar un parto, aún más simbólico, más colectivo y con tintes sociales innegables. Lo dijo Allende, la minería es el sueldo de Chile (y la tierra, su pan). Cuidemos el sueldo, aumentémoslo, cuidemos a los mineros. Quizá podamos insistirle a nuestro gobierno para que cuide un poco más no sólo el medio ambiente sino la relación de su explotación y la gente, los recursos y las personas, seguridad (de la verdadera) en aspectos varios, seguridad telúrica. Sebastián está advertido. Un abrazo a los mineros, quizá más sincero que el de su presidente, y un llamamiento a la movilización, que será, de existir, como supo cantar Pablo Milanés, el verdadero canto del suelo.

En estas últimas semanas, no ha faltado en ningún momento aunque mal no sea un cuadradito apartado, un nanosegundo, una mirada de compasión y apoyo de los conductores de noticieros dedicado a los ¡chi-chi-chi, le-le-le, mineros de chile! Es que son una institución, como los uruguayos de Viven. Un ícono que aunque ahora nos conmociona, en realidad, pasada la euforia de la “misión cumplida”, debería hacernos pensar (más a ellos) en el estado de la minería en Chile. Si Sebastián los ha abrazado enérgicamente –soltando un “viva Chile, mierda” en público-, que los abrace en serio, con un control efectivo y real de las condiciones en las que trabajan, duras per se pero históricamente infrahumanas y, como todo lo histórico, sujetas al cambio. Esperemos un cambio positivo, esperemos este hito no sea tan sólo una anécdota, una épica historia de los “héroes” chilenos. En la marquesina que se desplaza debajo de Visión 7, había una frase (nunca tan cierta) que fue escrita en la Plaza de Armas de Copiapó: fuerza, mineros de Chile y ahora, a luchar por sus derechos.
Cobertura mediática envidiada por The Truman Show. Es que a un observador atento no se le escapa el cambio en la expresión de Agustina o de Roberto (conductores de Visión 7 edición central, precisamente), el brillo en los ojos, el genuino sentimiento empático en el antes que nada ser humano Giordano, muerto de frío en los alrededores de la mina. Con mayor cobertura que la cadena nacional, el rescate (¿quién no estuvo a las 00.10 viendo a Florencio Ávalos saliendo en una cápsula a lo Ray Bradbury del centro de la tierra?) fue seguido segundo a segundo por la cadena pública chilena –por decreto presidencial, la única habilitada, con más rating que Tinelli, seguramente-. El minero ahora dice que quiere ser camarógrafo, ya que él filmó lo que sucedía bajo tierra en esos 69 días. Casi como la cigarra de María Elena Walsh. Yo no sé qué puedo decir que eche algo de luz, que innove, que haga justicia a lo que sucedió. Puedo asegurar que con mi madre sentimos en el vientre una alegría y un alivio increíbles por la salida de los mineros, por el acortamiento del tiempo estimado, por el valor de los rescatistas. Era como presenciar un parto, aún más simbólico, más colectivo y con tintes sociales innegables. Lo dijo Allende, la minería es el sueldo de Chile (y la tierra, su pan). Cuidemos el sueldo, aumentémoslo, cuidemos a los mineros. Quizá podamos insistirle a nuestro gobierno para que cuide un poco más no sólo el medio ambiente sino la relación de su explotación y la gente, los recursos y las personas, seguridad (de la verdadera) en aspectos varios, seguridad telúrica. Sebastián está advertido. Un abrazo a los mineros, quizá más sincero que el de su presidente, y un llamamiento a la movilización, que será, de existir, como supo cantar Pablo Milanés, el verdadero canto del suelo.

A veces soy totalmente escéptico y no sé por qué no me solidarizo en casos en donde es evidente q se pone a prueba la condición humana. Por alguna razón este tema nunca me interesó. En cambio sí trataba de seguir de cerca alguna pista sobre los andinistas perdidos que si no me equivoco fallecieron.
ResponderEliminarLa tetralidad es un acto importante del ser humano. Yo hoy sentía q veía una película, un espectáculo, no un acontecimiento histórico que evidencia las falencias del sistema minero y del cual si tampoco me equivoco Piñeyra formó parte como empresario.
Lo vivo ajeno tal vez porque estoy acostumbrado a que las personas se alimenten de als tragedias o de los grandes actos de vida para obviar sus propias vidas. A mí al menons que se le de tanta importancia a esto durante todo el día y no se informe bien sobre la 82% móvil me rompe las pelotas.
Un abrazo a los mineros y a los rescatistas
Ok, hay muchos temas acá:
ResponderEliminar1) Gre, me encantó tu artículo. Dijiste todo lo que pensé y más (aunque yo lo vivo con más frialdad) y aplaudo de pie la etiqueta, que ya es un arte refinado.
2) Como soy groupie de la tv pública, banco a Zaiat cuando dijo que lo sorprendente es cómo Piñera convirtió la explotación de los mineros chilenos en algo positivo para él. Mi hermano pidió que al menos uno de los mineros (Urzúa preferentemente) le dijera "de nada" a Piñera. Y en este hogar de Barracas también pedimos que Evo, antes de irse, tirara un "¡Atacama es boliviano!", y bancamos incondicionalmente a Mamani.
3) Mariano, estoy de acuerdo en lo que decís sobre la cobertura. Todo bien pero hoy se tomó el Ministerio de Educación, se armó rosca con el 82% móvil, hubo un escándalo en la Legislatura y nadie sabe una garompa.
Un abrazo fuerte a los mineros y a todo el pueblo chileno que, como dijera Violeta Parra, no deja de ser "el pueblo amando la patria y tan mal correspondido".
http://www.dosisdiarias.com/2010/10/2010-10-14.html
ResponderEliminarCrónica es la posta, pusieron en placa: MIENTRAS LOS DEMÁS MEDIOS HABLAN DE CHILE, NOSOTROS HABLAMOS DE ARGENTINA y mostraron la votación en el senado por el 82%móvil, que salió positivo por el desempate de Cobos. Tres cositas nomás: Calcagno es hermoso, quiero ser senadora por HND y si los días más felices fueron siempre peronistas, hoy es día radical.
ResponderEliminarRecomiendo esta lectura: Ariel Dorfman escribe sobre la situación minera en Chile http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-152603-2010-09-05.html
Igual, todo tranca porque el ejecutivo anunció vía twitter de Aníbal Fernández RECIÉN (HND PRIMICIA) que van a vetar el 82%. Viva Perón.
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