Canciones que matan
Bueno, como sabrán nuestros lectores adictos a nuestras maravillosas prosas, en este blog, la pluralidad (de todo tipo) siempre es aceptada. Y como cada cual puede hablar de “lo que le venga en gana”, yo no voy a ser menos. Así que, audiencia querida, hoy quisiera compartir con ustedes una canción sumamente conocida que me emociona y hace que se me erice la piel y me den ganas de amar a todo el mundo. Es una canción que tiene una gran cantidad de versiones (la mayoría, muy hermosas). De hecho, la última que conocí (Mercedes Sosa + Daniela Mercury) es bellísima y bilingüe. Pero, y aunque aquí solamente pienso compartirles la letra porque no puedo subir la canción, les aconsejo una bella versión, plena de sentido y que expresa lo que la letra verdaderamente conlleva, de Jairo y Ana Belén. No es muy reciente (no recuerdo el año ahora) pero es en vivo, por los 25 años de Jairo en su profesión de cantor. Mamita. Quién pudiera estar allí, en ese teatro. Una actuación en la que Pedro Aznar se vio involucrado a pleno (cantando temas como Honrar la vida, con la eternamente maravillosa Eladia Blázquez, o A cada hombre, a cada mujer). Qué belleza, qué armonía. Y ella, la española, Ana Belén, con esa sonrisa que ilumina una habitación entera (como el cuento de los tres hermanos que estaban por recibir la herencia del padre; entonces el moribundo dice que aquél que logre llenar plenamente un habitación de la casa sería el que heredase finalmente toda su fortuna; como siempre, el menos pensado, el menor, el introvertido y “mosca muerta” logra el cometido final: lleva un candelabro e ilumina el cuarto oscuro, inteligentemente y con poco esfuerzo). Ésa es la sonrisa de Ana. La Gioconda de la máter España. Sus dientes parejos, blancos, grandes. Toda flaquita, pero qué porte. Con ese vestido negro que usó en el 96, cuando grabó El gusto es nuestro con los otros compatriotas (el marido, Víctor Manuel, escritor maravilloso; Miguel Ríos, el rocker del grupo; Serrat, el catalán de Paraules d’amor). Y aquí, con Jairo, que también tiene unos dientes atrapantes (si se me permite semejante calificativo para la dentadura), y esa voz profunda, telúrica. Qué temazo, como quien dice. Las canciones que matan, como cantan los de Árbol. Podés estar sin chica pero no sin tus canciones que matan. Cuán cierto es, lectores. Este hitazo de la vida se los regalo así como el Toro nos regala personas en sus maravillosas biografías personalizadas y muy suyas, inconfundibles. Les regalo la canción Qué será. Y se las doy “como un disparo, como un libro, una palabra, una guerrilla…como doy el amor”.
O,¿qué será, qué será
Que anda suspirando por las alcobas,
Que anda susurrando versos y trovas,
Que anda combinando todas las cosas,
Que anda en las cabezas y anda en las botas,
Que anda recorriendo los callejones,
Que está pegando gritos en los salones
Y es algo que compone de pieza en pieza la naturaleza?
¿Será, qué será,
Que no ha tenido arreglo
Y no lo tendrá,
Porque jamás es cierto y no lo será,
Porque no hay quien lo mida?
O,¿qué será, qué será
Que vive en las ideas de los amantes,
Que cantan los poetas más delirantes,
Que juran los profetas embriagados,
Que está donde se aburren los mutilados,
Que está donde imaginan los infelices,
Que está en el cada día de cada crisis,
Durmiendo entre el bandido y el desvalido?
En todos los sentidos, ¿será, qué será
Que no tiene decencia y no la tendrá,
No puede estar prohibido y no lo estará,
Pues no tiene sentido?
O, ¿qué será, qué será
Que ni las precauciones lo pueden parar,
Porque todas las risas lo quieren reír
Y todas las campanas lo van a anunciar
Y el himno de los himnos lo consagrará
Y todos los caminos lo conducirán
Y todos los destinos allí se unirán,
Que casi ni Dios mismo lo puede evitar,
Y el cielo y el infierno lo bendecirán,
Que no ha tenido ley ni jamás la tendrá,
Que no ha sentido miedo ni lo sentirá,
Porque no tiene juicio?
O, ¿qué será, qué será?
O, ¿qué será, qué será?
O, ¿qué será, qué será?
O, ¿qué será, qué será?
(que no tiene juicio, ni nunca tendrá)
Que anda suspirando por las alcobas,
Que anda susurrando versos y trovas,
Que anda combinando todas las cosas,
Que anda en las cabezas y anda en las botas,
Que anda recorriendo los callejones,
Que está pegando gritos en los salones
Y es algo que compone de pieza en pieza la naturaleza?
¿Será, qué será,
Que no ha tenido arreglo
Y no lo tendrá,
Porque jamás es cierto y no lo será,
Porque no hay quien lo mida?
O,¿qué será, qué será
Que vive en las ideas de los amantes,
Que cantan los poetas más delirantes,
Que juran los profetas embriagados,
Que está donde se aburren los mutilados,
Que está donde imaginan los infelices,
Que está en el cada día de cada crisis,
Durmiendo entre el bandido y el desvalido?
En todos los sentidos, ¿será, qué será
Que no tiene decencia y no la tendrá,
No puede estar prohibido y no lo estará,
Pues no tiene sentido?
O, ¿qué será, qué será
Que ni las precauciones lo pueden parar,
Porque todas las risas lo quieren reír
Y todas las campanas lo van a anunciar
Y el himno de los himnos lo consagrará
Y todos los caminos lo conducirán
Y todos los destinos allí se unirán,
Que casi ni Dios mismo lo puede evitar,
Y el cielo y el infierno lo bendecirán,
Que no ha tenido ley ni jamás la tendrá,
Que no ha sentido miedo ni lo sentirá,
Porque no tiene juicio?
O, ¿qué será, qué será?
O, ¿qué será, qué será?
O, ¿qué será, qué será?
O, ¿qué será, qué será?
(que no tiene juicio, ni nunca tendrá)
Ya está. Y ahora, como Jaime Sabines, muéranse de amor y acaben como Lorca en los altos corredores.
alta versión, alto recital y alta descripción de los dientes de jairo. atrapantes. nunca tan cierto.
ResponderEliminarhola lectores, no se pongan ansiosos, que dentro de muy poquito se viene la sección "HND fue al BAFICI y se comió un garrón" o "HND la pasó bomba en un cine lleno de pelotudos", va cambiando con cada peli.