Mujer que no te rindes
Es evidente mi preocupación por el mundo del espectáculo. Y sobre todo, mi disfrute. En verdad es una esfera o un campo en el cual me muevo como pez en el agua: no sólo me gusta escribir sobre el tema, sino que disfruto buceando en él, ya sea a partir de ver programas o videos o escuchar canciones y leer biografías de los artistas que forman parte de esos proyectos. Y hoy, bajo el ventilador, comiendo un caramelo de menta mientras trabajaba en la computadora, escucho que por la televisión anunciaban la nueva serie de Canal 7. Pero eso no fue lo que llamó mi atención, después de todo, la TV Pública está apostando a la ficción, sobre todo con los nuevos concursos del INCAA y la creación de BACUA, el Banco de Contenidos Audiovisuales. Lo que me hizo prestar especial atención fue la manera en que se presentó la nueva ficción: la vuelta de la telenovela de la tarde. Y esas fueron las palabras mágicas, el "ábrete, sésamo" que me trae a estas horas de la madrugada a este fragmento del ciberespacio.
La novela de la tarde me resulta entrañable. Las últimas que vi, con gran satisfacción, fueron Mujeres de Nadie, en Canal 13 y Amar en tiempos revueltos, la novela española que la TV Pública retransmitió. Sin duda, obras de gran calidad y con personajes que en verdad generaban empatía. Tenían todos los condimentos necesarios para hacer de una historia un imán. Sin embargo, es bien sabido que la novela de la tarde parece convocar sólo a las viejas que están en casa o a las amas de casa que no salen de ella. Está bastante desprestigiada por los críticos del espectáculo y ni hablar de esferas más snob que no faltan y menos en Buenos Aires. Quizá ese desprestigio venga por un rechazo más general por ciertas figuras sociales como ser "la vieja" o "el ama de casa". Pero estas son hipótesis sin evidencia recogida. Lo que sí puedo decir que es cierto es que siempre amé esos culebrones (como los de Canal 9) que nos traían esas historias de amores imposibles y sufridos, amores como no solemos tener en la vida cotidiana pero a los que correríamos sin dudarlo aquellos que nos sabemos "románticos al rescate del amor". Y ante semejante presentación en la propaganda de la tele, sentí que el destino me hacía un guiño. Además, arranca el 9 de diciembre, un día después de mi cumpleaños. Imaginen, lectores, cómo me sentí interpelada por esa voz gruesa del locutor que pareció darme la llave para el verano que se viene encima.
14 horas, Lunes a Viernes. Es como volver el tiempo atrás, sólo que en otros tiempos y lo más importante, en un canal que no suele transmitir estos formatos ficcionales más tradicionales. Además, la protagonista principal es una profesional de estas historias. Porque no puede ser de otra manera, la vuelta de mi vida a este sub-mundo televisivo se da de la mano de Andrea Del Boca. Ella es Esa Mujer, con referencia evidente al escrito de Rodolfo Walsh. Claramente, un signo de nuestra época, de la década ganada, de la política presente hasta en ese gesto más cotidiano que es la historia de amor de la tele. Esto es, el amor en los tiempos de la política. Esa mujer, diagnosticada con una enfermedad terminal que le deja tan sólo un año de vida. Pero ese año será para recordar: y así aparece el galán, el que siempre nos salva, porque siempre está aunque nos caigamos a pedazos (o más aún: porque nos caemos a pedazos). Un galán que sea tierno pero que sea valiente y que pueda defendernos cuando así lo necesitamos aunque sin ponernos en esa posición estándar de damsel-in-distress. Nuestro galán (que hasta hace poco era un super villano en Dulce Amor) es Segundo Cernadas. Y tengo entendido que es una de esas novelas de las que dicen "gran elenco", como ser Roberto Carnaghi y Nora Cárpena. Así llega esta apuesta siempre arriesgada que es la ficción culebronera en un canal que siempre se jactó de un nivel cultural superador de otros competidores de aire. ¿Será que el prejuicio es lo que se destruye? Porque por los avances que pude ver, es un culebrón con todas las letras. No parece ser la revolución de la novela de la tarde sino más bien la defensa de la misma, el respaldo y su rescate para un canal que no tiene esa tradición.Menuda iniciativa.
Viendo el facebook, que parece una mezcla promocional y una página hecha por fans, me entero de que es una novela de 120 capítulos, internacional, con una cortina musical grabada por Sony y una producción conjunta de a+A Group, la TV Pública y UNSAM. La gente que participaba de la página podía votar por los actores y actrices, dejaba comentarios alabando a Andrea y hasta publicaba partes del guión de la tira. Fenómenos comunes en la era de las redes sociales: a meses de los estrenos, hay comunidades conformadas y que manejan un nivel de información que no sólo ayuda a difundir las series sino que además coadyuvan a su forma final. Esa Mujer tiene ya un público a quien responder y al cual deberse. Entre ellos, entre esa audiencia con la que coincidiré a las 14hs en este verano 2013-2014, estoy yo, que a diferencia de Canal 7, sí tengo tradición en el género. Me gusta el culebrón y creo que va a ser un proceso interesante el que se avecina, siempre y cuando estén todos a la altura de las circunstancias. No me parece menor que el canal estatal apueste a un tipo de televisión que está tan arraigado tanto aquí como en toda Latinoamérica. Sin duda, confío en los profesionales que participan, aunque para aquellos que nos hemos criado con la producción de Pol-Ka como vara de comparación no nos resulta extraño un piso mínimo exigido y exigible: también somos profesionales los que estamos del otro lado de la pantalla. De cualquier manera, no daré mi veredicto hasta no haber visto varios capítulos, los que ansío ya desde este instante en que escribo estas breves e impacientes palabras. Lo mejor para el equipo de trabajo y la espera por un regreso, uno de tantos (entre ellos ¡el de Andrea al género!): la telenovela de la tarde que vuelve y nace en la televisión pública.
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