Y ahora tú te vas
Marx dijo que dijo Hegel que en la historia todo pasa dos veces; pero añadió que además la segunda ocurre como farsa. Así como existe Rápido y Furioso, también existe la vida de todos aquellos que la hicieron y de quienes ya hablé en este blog por ser fanática de la saga. ¿Por qué digo esto? Porque ayer, al volver de un evento benéfico, el auto que manejaba el amigo de Paul Walker (un Porsche rojo) salió de control y se incendió luego de chocar con un poste de luz. Paul y su amigo fallecieron. Y la tristeza de haber perdido a quien supo ser Brian no tiene fin.
Cuando vi la noticia pensé que era falsa. No podía creer que el héroe de una de mis sagas favoritas (absolutamente descargada en la mejor calidad) ya no estuviera aquí, más aún cuando la entrega número 7 está en pleno proceso de filmación. No sé si sea una farsa, como dijera Marx, pero sin duda es una paradoja. Pienso mejor en Blades al decir que la vida te trae sorpresas; o en Arjona, cuando afirma que uno a veces se siente dueño del mundo y lo dejan con cara de asustado. Quizá en realidad todo eso ocurre porque nadie nace sabiendo que morir es ley de vida, como nos canta cierto uruguayo. Sin embargo, jamás habría pensado que Walker se iba a ir así, a los 40 años, al volver de un evento en Santa Clarita, California. Amén de los comentarios obvios y el chiste fácil, podemos decir que esta muerte es una paradoja, sino una burla del destino. Quizá muy pronta y hasta injusta. Parece ser que nuestro homenajeado de la fecha era un alma caritativa. Pese a lo que pueda yo pensar de la caridad, entiendo que ciertas estrellas de Hollywood ni siquiera a eso llegan. Y así es como me encontré con todas las fotos de Paul con animales tiernos. Así como también sus múltiples idas a lugares que necesitaban ayuda material (como el terremoto que sacudió Chile hace unos años). Para un americano nacido en California la caridad sea quizá el único hito accesible dentro de la idiosincrasia de un país sin izquierdas electorales (masivas).
Cara bonita (y cuerpazo) de Hollywood, nombrado como persona más sexy de 2012, Paul era el hijo de un contratista y una modelo. Dos hermanos más, dos hermanas, nieto de un boxeador profesional, con ganas de ser biólogo marino y finalmente, actor. Entra a mi vida con la saga de los autos locos y sale hoy, el día del cumpleaños de mi hermano, de esta manera que es un poco confusa, un poco jocosa, sin duda trágica. Porque además no era una foto para la ocasión: Paul amaba los autos y en su garage tenía unos cuantos. De hecho, como le comenta a la revista Automobile, él le dijo a su agente que quería hacer o bien una película con carreras o bien que la trama involucrara a un policía encubierto. Y así nace Fast & furious.
Podríamos reflexionar sobre la vida y sus indescifrables caminos, pero no sé si lo amerite un domingo más. Después de todo, todo pasa. Pero también es cierto que todo queda. Así que me voy, con este sabor medio agridulce, porque aunque no fuera necesariamente un ídolo él en particular, sí adoro la serie de la que él es miembro fundamental. Y si hay algo que Rápido y Furioso enseña es el valor del equipo, ya sea para robar camiones o para salvarse la vida entre ellos.
Quisiera cerrar dejando plasmadas las palabras de Paul cuando el periodista de la revista le pregunta cómo sigue su carrera ahora. Quizá sea un poco tarde, pero creo que es parte de esta vuelta impredecible del futuro. Y después de todo, los deseos nunca mueren.
Foto hecha por los fans de Paul |
'I feel like I'm at a crossroads. Things started taking off for me when I was pretty young, and I'm still trying to make sense of the whole thing. Now I'm at a place where the franchise wouldn't let me go, and, you know, it's fun to come back and just go play around and have fun and drive cars.'
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