Viviré en tu recuerdo

Quisiera parafrasear a Héctor Larrea, el animal de radio: yo no entiendo mucho de música, pero me contagio fácilmente de los sentimientos populares. Y por eso, hoy se me vuelve imprescindible rendir mi homenaje tardío a un grande de la bachata (¡discazo el de Bachata Rosa, de 1990 -cortesía del señor JMS-!). Hoy quiero darles una imagen, como un mito de acción, como un emblema, como un libro, una palabra, una guerrilla y como doy el amor, querido Silvio. Hoy les quiero ofrecer no ya mi corazón sino las sensaciones que nos deja Juan Luis Guerra, a quien le debo la existencia actual de la neo-bachata (aguante Aventura). Les regalo un día entre abril y junio, un universo de agua mineral que sólo él puede llenar un martes de madrugada. Porque he vuelto a escucharlo, y lo he visto en televisión, y lo he bailado en fiestas pseudo infantiles. Este homenaje a este hombre, que es un simple aguacero. Juan Luis Guerra, que es el panal al cual queremos llegar estas abejas dementoras hoy. Miel que...